G. Glavich "Mis lecturas Capitulo 18"

Resumen: Croacia y los Balcanes

Imperios Otomano y Austríaco / Herencias culturales

Recordemos que a mitad del siglo XIV, los Turcos cruzan los estrechos y llegan a la península de los Balcanes, dando inicio así, a una invasión que comienza en Grecia y continúa irresistible hacia Albania, Serbia, Bosnia y Rumania.

La conquista de Serbia, fue marcada por la Batalla de Kosovo, en la cual luchan juntos Serbios y Croatas. Los dos principales adversarios el sultán turco Murad, victorioso, y el príncipe serbio Lazar, vencido, perecen ambos durante la batalla.

Estos sucesos inspirarán innumerables canciones populares serbias. Los Turcos conquistarán primero a los Balcanes y solo medio siglo más tarde, a la capital griega de ese entonces, Constan-tinopla, la cual cae bajo el poder de Mohamed II, el soberano turco otomano, en el año de 1453. La dominación turca sobre los países eslavos del Sur, durará según las regiones, de cuatro a cinco siglos, durante los cuales los límites del Imperio se irán modificando.

En el siglo XVI , bajo el reino de Solimán I, el Imperio Turco conocerá su apogeo.

El sultán Turco Soliman el Magnífico

En 1526, los Turcos, habiendo atravesado los ríos Danubio y Sava, aplastarán a los Húngaros en la batalla de Mohacs, conquistando casi toda Hungría a la cual mantendrán ocupada durante un siglo y medio, hasta 1686. Los Turcos lograrán llegar hasta las mismas puertas de Viena, la cual será sitiada dos veces: en 1529 y en 1683. Ante la amenaza Otomana, las regiones que habían logrado hasta entonces rechazarlos, no tuvieron otro recurso que el de unirse. Fernando de Habsburgo es elegido rey de Hungría por la Dieta de Presburgo en 1526, y Croacia por la de Cetin en 1527.

Desde entonces, y hasta el siglo XIX, en todo el territorio del Danubio y los Balcanes, solo algunos pocos lugares a lo largo del Adriático escaparán a los dos grandes imperios:

Todo el resto de los Balcanes estaba repartido entre las dos grandes potencias enemigas: los imperios otomano y austríaco, en cada uno de ellos una nación dominante: los Turcos y los Alemanes.

Los invasores Turcos, en su avance hacia Hungría, atraviesan Croacia, a la cual le ocupan Eslavonia al este, y al oeste hacen lo mismo en numerosos puntos de la costa dálmata. Pero no podrán jamás conquistar el corazón de Croacia, su capital la ciudad de Zagreb, ni los principales puertos del Adriático croata como Split y Dubrovnik.

Desde 1686, a fines del siglo XVII, el imperio austríaco inicia una ofensiva reconquistando Hungría y Eslavonia.

Los tratados de Karlovci en 1699, de Pozarevac en 1718 y el de Belgrado en 1739, irá cambiando sucesivamente las fronteras del Imperio austríaco, para fijarlas finalmente sobre el Danubio. Quedando siempre Belgrado y Serbia bajo el yugo turco.

El río Sava y los Alpes dináricos dominan el mar Adriático, libres de la presencia turca. Será la frontera que separará a los otomanos de los pueblos cristianos de Occidente y que durará hasta 1878. Pero también marcará una nueva frontera cultural importante: el límite occidental de la presencia islámica.

El Imperio Otomano.- Los Otomanos u Osmanlíes, en general, no buscaban convertir a la fuerza a los pueblos que dominaban. A pesar de que transformarán algunas iglesias en mezquitas, no impedirán la práctica religiosa a sus sujetos cristianos e incluso, los dejarán organizarse bajo sus autoridades religiosas. El sistema turco contribuyó a reforzar el sentimiento de identidad nacional de cada uno de los pueblos dominados, identificados a la pertenencia religiosa y no a un territorio particular.

 

 

El yugo otomano.- Los Serbios, a partir de 1557, tendrán su propio patriarca en Pec (Kosovo), independiente del patriarca griego de Constantinopla, y a pesar de que ya no existía Serbia, si existía una "nación" serbia. Pero con todo, los Turcos seguían siendo los invasores, los dominadores. No importaba cual fuese el grado de autonomía de la que gozaban las comunidades cristianas, los "infieles" seguían siendo un pueblo que no tenía ningún derecho que oponer a las arbitrariedades de la administración turca, a merced de sus soldados o de un simple particular musulmán. No solo el estado turco poseía el poder absoluto en todo el territorio, sino también los sujetos musulmanes, quienes poseían la influencia y la autoridad natural por sobre los cristianos. El testimonio de un cristiano no era admitido en justicia en contra un musulmán.

Abusos insoportables en todo orden de cosas, confiscaciones, robos cometidos por soldados, raptos de mujeres, robos de niños cristianos para convertirlos en Jenízaros, masacres y suplicios. Esta opresión se sintió menos dura en la época en que el imperio turco aún estaba en su etapa de crecimiento y avance hacia el norte, lo que le permitía vivir con el producto de sus rapiñas en los países que iba conquistando. Pero cuando comienza a retroceder y a empequeñecerse, empieza a aumentar la presión fiscal y militar sobre los pueblos a los que domina, y es entonces en que el yugo turco se hace cada vez mas duro.

Las consecuencias de esta opresión pesarán hasta el presente. La primera, será la introducción de una tercera religión, el Islam. En numerosas regiones del territorio conquistado, vendrán a instalarse los Turcos, vale decir, musulmanes de lengua turca; ellos formarán una clase dominante, propietarios, administradores, artesanos, soldados.

Este fue el caso en toda la parte este de los Balcanes: Bulgaria, Tracia, Macedonia, Kosovo, en donde importantes minorías de lengua turca viven aún, así como en Grecia y en Serbia, de donde ellas serán expulsadas.

Mas al Oeste, en las regiones alejadas del centro del Imperio, cercanas a las fronteras de los Estados cristianos, el Imperio necesitaba de un contingente musulmán más numeroso, y contrariamente a su practica habitual, impulsaba a la conversión al Islam a las poblaciones locales.

El pueblo albanés se convierte así en musulmán en su inmensa mayoría, salvo un débil porcentaje de albaneses que se mantendrán católicos al Norte y ortodoxos al Sur.

En Bosnia, así como en la región vecina de Sandjak, los eslavos de lengua croata-serbia, se convertirán en gran número al Islam. Ellos forman hoy la mayoría relativa de la población en esas regiones. Estos croatas y serbios musulmanes, que ocuparon bajo el régimen turco una posición dominante, se distinguen desde entonces de sus compatriotas cristianos, católicos y ortodoxos.

Durante largo tiempo se designarán ellos mismos por el nombre de "Turcos". Bajo la Yugoslavia de Tito, se les llamará oficialmente como Musulmanes, con mayúscula, para designar su etnia, y en minúscula es para indicar su religión.

Los Musulmanes introducirán un tercer alfabeto, el alfabeto árabe, con el cual escribirán en croata. Su uso no logrará jamás una gran extensión, pero perdurará hasta mediados del siglo XX.

Desde el punto de vista de la antropología física y cultural, los Musulmanes de Bosnia y Herce-govina pertenecen en gran parte al llamado tipo racial báltico, con la característica pigmentación rubia. Al mismo tipo físico pertenece también la mayor parte de la población croata de distintas regiones. Asimismo, la cultura autóctona de los Musulmanes de Bosnia y Hercegovina pertenece al tipo agrícola (cultura comunitaria), a la que pertenece también buena parte de los demás croatas. Lingüísticamente, los Musulmanes pertenecen al dialecto croata ikavski, que hablan únicamente los croatas y en distintas regiones. También el arte popular de los Musulmanes de Bosnia y Hercegovina es idéntico al de los demás croatas. Sus canciones populares son de carácter amoroso, sentimental y humanista, dirigidas al ser humano y a la naturaleza y luego, en orden secundario, de carácter heroico.

Al igual que los demás croatas, los Musulmanes de Bosnia y Hercegovina, desde el punto de vista cultural y político son mucho mas afines al Occidente que al Oriente. Consideran que su papel histórico consiste en unir, en la frontera occidental del mundo musulmán, y como parte integrante del pueblo croata, los valores culturales del Oriente musulmán con los valores culturales del Occidente.

Exodo y confines militares.- La dominación Turca provocará igualmente inmensos desplaza-mientos. Afectará a más de la mitad de la población de habla croata-serbia; Croatas que huyen de las proximidades de la frontera turca para refugiarse más al norte, y sobre todo Serbios. Estos huían de los abusos de los Turcos o de los Albaneses musulmanes. Las migraciones se producían siempre desde el sur hacia el norte.

Es la razón por la cual algunas regiones empiezan a quedar vacías: el Kosovo, al cual los serbios lo consideran la cuna en la cual nació el antiguo reino serbio, y en donde se va implantando poco a poco una población albanesa. Pero otras regiones empezarán a recibir a los refugiados en su huida: Bosnia; y más al oeste la frontera (Krajina) de Bosnia y de Dalmacia; al norte la Voivodina.

En Bosnia, una población serbia estaba ya presente al este y al sur del país; en las tierras vacías de la frontera entre los Turcos y el Imperio austríaco, pero que eran tierras croatas, los Austríacos instalarán a los serbios que huyen del Imperio Turco. En 1521 se crean estos confines militares (Krajina) de Croacia, los cuales tendrán un régimen especial otorgado por los austríacos y que durará hasta 1881.

Estos confines correspondían a las partes del territorio croata que bordeaba la frontera turca de esos tiempos, y se extenderán más tarde a las regiones reconquistadas a los turcos en los siglos XVII y XVIII; regiones, colocadas directamente bajo la administración militar de Viena y no bajo las autoridades croatas locales. Los refugiados que se instalan vivirán en comunidades (zadruga) y serán administrados por sus propios jefes elegidos (knez). No estarán sometidos a ciertas obligaciones feudales pero deberán estar permanentemente en armas, a disposición de Austria y viviendo con los recursos del país en el que están habitando.

Al norte, la llanura que se extiende más allá del Danubio, la Voivodina, reconquistada por los Austríacos a los Turcos a fines del siglo XVII, había sido completamente vaciada de sus habitantes por causa de las guerras. El gobierno austríaco instala en ella a los Serbios que piden refugio en su huida de los Otomanos.

En 1690 y 1694, en virtud de un acuerdo entre el emperador Leopoldo I y el patriarca serbio Arsenio III Crnojevic, se instalarán 200.000 serbios en Voivodina. Aparte de las tierras recibidas, tendrán el derecho de practicar su religión y gozar de cierta autonomía.

Un poco más tarde, se les unirán colonos que vienen de todos los rincones del Imperio de los Habs-burgos: Alemanes primero, a los que les seguirán los Húngaros, Croatas, Eslovacos, Ucranianos, Rumanos, todos repartidos en pueblos étnicamente homogéneos. Vale decir, cada pueblo estaba formado principalmente por una sola etnia.

El Imperio austríaco.- El régimen austríaco fue infinitamente menos duro que la dominación turca. A pesar del sistema feudal, la desigualdad cada vez más marcada de las nacionalidades en provecho de los Alemanes y de los Húngaros, los pesados impuestos y los trabajos obligados, el Imperio de los Habsburgos era un estado de derecho, en donde el sujeto, el ser humano, no estaba a merced de lo arbitrario. Era también un Estado abierto hacia Europa, más desarrollado económica y culturalmente.

En el siglo XVIII conocerá el despotismo ilustrado de José II. La diferencia entre los dos imperios, se puede notar aún en el presente: los antiguos súbditos del Imperio Austríaco (Austríacos, Croatas, Eslovenos, Húngaros, Eslovacos, Checos, etc.) demuestran su orgullo cuando se les señala el parecido que existe entre ellos en sus costumbres, usos, arquitectura, cocina, etc. Al revés de los pueblos que vivieron bajo el poder del antiguo Imperio Turco (Serbios, Búlgaros, Griegos y los Turcos, ellos mismos) niegan sus parecidos y costumbres muchas veces evidentes, pero no solo no desean esta comparación, sino que hasta se consideran insultados. También existe un mundo danubiano y un mundo balcánico, cada uno caracterizado por innumerables detalles de la vida cotidiana, a pesar de que son heterogéneos, distintos, en lo lingüístico y en lo político. Estos dos universos perpetúan el recuerdo de estos dos antiguos imperios.

En 1527, Croacia había elegido como soberano a un Habsburgo (bajo la amenaza directa de la invasión turca). Pero el reino en tanto que entidad jurídica subsistía, con sus instituciones, su dieta o Sabor, su ban y su nobleza.

El territorio croata desde luego estaba reducido: Dalmacia vendida a Venecia, Eslavonia conquistada por los Turcos, los Confines militares administrados directamente por Viena. El reino de Croacia quedaba reducido casi a la región de Zagreb: reliquiae reliquiarum olim inclyti regni Croatiae (restos de los restos del ilustre antiguo reino de Croacia). Esta nostálgica formula latina muestra que los Croatas reducidos a tan exiguo espacio, mantenían el recuerdo del "reino triunitario" de otros tiempos: Croacia, Eslavonia y Dalmacia. Tenia un régimen feudal en el cual los privilegios de la nobleza eran muy grandes al lado de la vida de los campesinos que trabajaban en condiciones muy duras y sacrificadas.

Pero las relaciones entre Croacia y el Imperio, eran en el hecho una asociación, en teoría libremente consentida, con territorios que guardaban cada uno su respectiva personalidad y en los que no se hacía diferencia entre los sujetos de las diversas regiones; cada uno según su casta o clase, tenía los mismos derechos, independientemente de su nacionalidad. La nobleza de los eslovenos, como los de Bohemia, serán muy pronto germanizadas, pero las de Hungría y de Croacia jugarán un gran rol en el Estado.

Los serbios de los Confines accederán muy seguido a altos cargos militares. Había sin duda, en el Imperio austríaco una política de opresión de Estado el cual deriva más y más a la centralización, pero no hubo discriminación hacia los sujetos no germanos del Imperio.

Los sujetos cristianos bajo los Turcos eran privados de sus derechos, pero continuaban a formar comunidades étnicas homogéneas, con base confesional, sin bases territoriales definidas. Los sujetos de los Habsburgos pertenecían a un mosaico de unidades territoriales, y no étnicas, muy diversificadas, que conservan a lo menos en teoría, sus instituciones históricas; si ellas no son iguales en derecho según las castas de la sociedad feudal, ellas son iguales según sus nacionalidades.