¡8 años parado y como nuevo!
Finalmente me decidí, bueno, mi vecino en realidad que es mecánico se decidió, a ver que diablos tenía de malo el motor del Mitsubishi Colt que tuve botado sin andar durante los últimos 8 años.

Al sacarle la culata nos llevamos una gran sorpresa

Todo el aluminio estaba como nuevo, apenas un par de piquetes fácilmente arreglables con acero liquido, la foto anterior muestra la culata (impecable) y a la izquierda se ve el múltiple de admisión. bueno, no tan impecable pero perfectamente arreglable.
Incluso la empaquetadura de culata estaba perfecta, solo había que cambiarle dos válvulas rotas, rectificar los asientos de válvulas y listo.
Aqui lo tienen al pobre, desarmado, con las ruedas en el suelo, abollado por todas partes (tiene decenas de choques) y más oxidado que el Titanic.
Aqui se ve una de las válvulas picadas... que digo quebradas, es el término correcto, les faltaban unos tremendos pedazos. Compré dos usadas en una desarmaduría y aprendí un truco para saber si estan buenas: se caerca a un imán y si la válvula es atraída es porque está magnetizada con los golpes y no sirve, si no es atraída por el iman esta Ok.
El múltiple de admisión trae una tapa que estaba rota, la soldadura de aluminio me salía como 18 dólares, mucha plata para ese auto así es que mejor compré acero líquido para rellenar
¡Los cilindros tienen cero desgaste! solo les daremos una lijada para bruñirlos pues están apretadísimos. Hay que reconocer que la calidad del metal es superlativa, mucho mejor que la del Honda
Y aquí mi mecánico estrella posando frente al cacharro. Mañana llevo la culata a Rectificadora Rivera, compro una nueva empaquetadura de culata, empaquetadura de múltiple de admisión, juego de retenes de válvula, retén de eje de levas y aceite, todo por escasos US$ 25 aproximadamente.
Luego nos conseguiremos un compresor y pistola y vamos a experimentar con la pintura y desabolladura. echando a perder se aprende...dicen
Otro secreto de la naturaleza: para reparar los agujeros del múltiple de admisión acero líquido y dos monedas: una de 100 pesos para el agujero grande y otra de 10 pesos para el chico, quedo perfecto.
Colocada la tapa de válvulas, el carburador y la batería viene la primera prueba.

¡Partió al toque! ronronea como una maquinita de coser, está perfecto.

Ahora te quiero ver Arturo, viene la prueba con agua puesta. Le llenamos el radiador ¡y también parte sin problemas!

Solo falta inflarle las ruedas para salir a dar una vuelta

"Sacamos" las ruedas y las llevamos a inflar al servicentro. Ya no falta nada.
Listo! le pinté de rojo la cazoleta le filtro de aire y menos mal que se me acabó el spray porque estaba inspirado tirando pintura roja por todas partes. Lo sacamos a dar una vuelta y quedó perfecto, tiene fuerza y velocidad, suave y nada de humo ni agua.

El Arturo me cobró US$ 30 por todo el trabajo, al final entre pitos y flautas me gasté aproximadamente US$ 60 en resucitar el auto. La nada misma...