Protocolo de Autopsia del Ariqueño Neto

Organo: Frontal de la Credulidad

El ariqueño neto es extremadamente crédulo y fantasioso, cree a pie juntillas en los milagros y aún los más herejes esconden por algún lado una estampita de la Virgen de Las Peñas. No existe ariqueño neto que no se haya destrozado los pies caminando los 30 kilómetros de ida y vuelta al santuario.

Otra muestra de su credulidad es la facilidad con que lo engañan ofreciéndole negocios fabulosos, que no necesitan esfuerzo, sin riesgo alguno y que solo requieren "un poquito así" de capital. Como buenos cuenteros, son presa fácil de sus similares.

También cree en las profecías y las señales de los tiempos y por eso resulta tan fácil de engañar cuando llega un politicucho de afuera como Flores u Orpis. Lo recibe con la misma esperanza con que los aztecas recibieron a los conquistadores, creyendo que eran los dioses anunciados. Así es como resulta engañados una y otra vez.

Como buen crédulo, el ariqueño neto es también supersticioso y jamás entraría a la Cueva del Inca ni se internaría de noche por Azapa por miedo a "La Novia". Muchos son los miedos y supersticiones del ariqueño neto entre los que se cuentan el miedo a trabajar, a que lo pesquen los pacos (pasa años sin renovar el Permiso de Circulación) o a que llegue por fin el maremoto que se viene anunciando desde hace tanto tiempo.

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