¡Año Nuevo en Arica!

Como a las 6 PM mi amigo Lucho me invita a que nos vayamos a tomar un aperitivo a la playa, hace tiempo que no nos juntábamos así es que conversaremos unas cuantas cervezas. Hay que deliberar de que marca vamos a tomar ¿se acuerdan cuando la única cerveza que había en Chile era la Cristal?

Y así nos vamos conversando y tratando que se vaya luego el año. Playa Las Machas está exquisita y no somos los únicos que estamos empezando a despedir el año acá, fuera de la foto varios grupos comienzan a juntarse a lo largo de la playa.

Como corresponde a año nuevo todas las fotos salieron desenfocadas o a contraluz. Esta me la tomaron como con 3 cervezas en el cuerpo. 

Es el año nuevo más pobre desde los 80s y esta vez romperé la tradición y no saldremos a bailar. Después de la playa me voy para la casa y me encuentro con mi amigo Pepe Drago, que ya estaba bastante entonado y no quiso salir en la foto. En todo caso me tomó esta llena de espíritu navideño. Ebenizer Scrooge posando frente al absurdo arbolito
En la noche, con Tomás Jr. se nos ocurrió fabricar un mono para quemarlo justo a las 12. Ahi lo estamos armando como un muerto sobre la mesa de autopsias. Lo rellenamos de papel de diario y su espinazo es una escobilla. Un par de jeans y una polo se irán al fuego, pero vale la pena para quemar este año maldito.

La tradición de quemar un mono es muy común en los barrios populares. Y nosotros no podíamos ser menos.

Ahí lo estamos parando en el cerro que está a espaldas de mi casa. No quedó muy perfecto que digamos pero sirve. Un cartel en el pecho con los nombres que queremos quemar:

- Sr. Año 2000
- Vladimiro Montesinos
- Iván Paredes
- Shen Mc Manhon
- Vince Mc Manhon

(Los últimos los puso ya saben quien)

Aquí lo estamos parando.  Hasta para  levantarlo salió difícil, el año 2000 da problemas hasta el final. Supongo que el próximo año haremos uno mejor. Este es el primero y la idea salió muy improvisada

 

¡Las Doce! y le prendemos fuego al mono que fue la sensación entre los niños del barrio (yo incluido). Lo rellenamos con petardos y explota por todos lados. El fuego lo consume rápidamente

Parece que estamos inaugurando una nueva tradición porque los niños ya empezaron a planear un mono mejor y más grande para el próximo año nuevo. 

Este año se notó una gran alegría a las 12, parece que a mucha gente le gustó que terminara el 2000 y desde mi terraza la ciudad parecía bombardeada por la cantidad de hogueras con monos y neumáticos de auto. Mucha gente quiso despedir al 2000 quemándolo parece. En la foto el primer brindis del 2001
Tomás Jr prueba el primer cóctel de champaña de su vida, aunque tenía apenas un par de gotas para darle sabor el pasa toda la noche diciendo que se siente borracho y que no toma alcohol nunca más. Recuerdo haber escuchado esa clase de promesas antes. Yo suelo decir "no tomo más" (ni menos tampoco) después de cada borrachera.
Después de los abrazos (no soporto esa estúpida costumbre) y la cena (lo típico, carne asada, papas huancaína, ensalada apio-palta, choclo mayo y los infaltables duraznos con crema), llegan mis amigos Marlene y Jung Ku Lee a darme el abrazo. Marlene llegó solo hace unos días de Corea donde vivió dos años
Como no hay plata para salir a bailar nos vamos a la tradicional Isla del Alacrán, que está repleta de gente conversando y tomando. Parece que no somos los únicos que estamos en bancarrota en Arica.

En la foto Jung Ku, Pilar (mi novia) y Marlene, destruyéndose el hígado

Ya la conversación se pone algo incoherente, el alcohol me ha dado sueño cuando son apenas las 4 AM. Parece que estamos viejos. Bueno, mientras nos mantengamos en pie seguiremos tomando.

He perdido mi cultura alcohólica y cada vez es menos lo que puedo tomar (hic!)

Al Jung Ku ya no le gusta Corea, dice que allá hay que levantarse demasiado temprano, tabajar mucho y se gana poco. Se necesitan al menos cuatro mil dólares al mes para vivir bien.

También dice que si nos vieran en Corea tomando en un lugar público nos iríamos todos presos :-(

Ya no doy mas y lo único que quiero en este punto es meterme en mi blanda y confortable camita, la cabeza me da vueltas y el piso me falla. Creo que es hora de irse para la casa.

En fin, un año nuevo menos movido y mucho más pobre que los anteriores, pero pasado en compañía de mis amigos que es lo que realmente importa