Doctor Tacna
Wednesday, May 31, 2006
Vengo llegando de Tacna con un flamante agujero en la nariz como muestra la foto, la historia empezó hace unos 15 años atrás cuando el chico Medalla nos convenció -en medio de una tomatera y a altas horas de la madrugada- que el era un experto pescador así es que ahi mismo nos fuimos a buscar unos tarros con línea y anzuelos, previo paso por la botillería donde compramos la otra de pisco, y encaminamos nuestros pasos a la playa de Las Machas.
Yo jamás había pescado pero aleonado por el chico, tiré la línea con tan mala suerte (o poca destreza mejor dicho) que se devolvió y el anzuelo se me incrustó en la nariz ¡me había pescado a mi mismo!. Alegremente borrachos como estábamos me tomé otra piscola y me arranqué el anzuelo de un solo tirón, lo que con el tiempo me dejó una pequeña cicatríz en la nariz. Pasaron los años y poco a poco la cicatríz empezó a crecer, al principio apenas se notaba pero luego se convirtió en un globito de color violeta y del tamaño de un grano de arroz.
Años atrás un amigo que es médico me dijo que a primera vista le parecía un melanoma (cáncer a la piel), que me lo podría ver para sacar una muestra y examinarla, solo le tenía que pagar al anestesista, cuando supe lo que cobraba el tipo me olvidé del asunto hasta nuevo aviso. Y así poco a poco iba creciendo, yo pensaba (con razón según supe despùés) que si no le daba importancia no iba a crecer más, pasaban años igual pero de repente volvía a crecer. Yo siempre pensaba ir donde el doctor Sakuray en Tacna, que ya me había volado otros lunares y es el único médico que he consultado en mi vida, pero pasaban los meses y siempre lo dejaba para una mejor ocasión.
Hasta que hace poco tuve un sueño brígido: soñe que de las durezas que a veces me aparecen en las manos se empezabar a convertir en madera, y me crecían igual que las ramas de un árbol. Recordé la mala experiencia con el sueño premonitorio que tuve poco antes de que se despeñara mi camioneta y ahí me preocupé un poco ¿sería un aviso? la cosa es que pasé varios días un poco preocupado y tratando -en vano- de sacarme la idea de la cabeza. Finalmente hoy corté por lo sano y me fuí a Tacna con el apoyo moral de la Pilar y el Tomás Jr. para que trajeran mi cadaver por si algo salía mal.
Llegué donde Sakuray quien se rió mucho cuando le conté el origen del cototo, me examinó con una gran lupa y me dijo "no solo tienes una, sino tres verrugas", "¿y que significa eso?" le pregunté, "pues que algún virus se te metió en la herida y quedó latente, cuando las defensas te bajan, por preocupaciones, exposición al sol, etc. empiezan a crecer, es lo que algunos llaman pre-cáncer, porque con el tiempo, si toman fuerza, se pueden poner cancerosos".
La cosa es que me ofreció quemarlos de inmediato por módicas 16 lucas (unos US$ 32), todo iba muy bien hasta que me explicó el procedimiento "te pongo una inyección con anestesia y luego te las cauterizo con una especie de soplete especial que tengo acá". No fue el soplete sino la inyección: le tengo un terror animal a las inyecciones y la idea de que me pincharan la nariz me ponía a tiritar helado. "¿Y no tiene alguna pastillita, alguna crema?" le pregunté esperanzado, "nada, solo el soplete en estos casos".
"Bueno doc, entonces la próxima semana vuelvo para que lo saque, ¿cuanto le debo?", entonces Sakuray me la puso dura "no seas cojudo hombre, como tan cobarde ¿quieres que le diga a tu hijo que eres un gallina?, si es normal tenerle miedo a las inyecciones, pero hazlo ya, en cinco minutos te arreglo". Dicho y hecho, deben haber sido menos de cinco minutos, cuando ya me había inyectado y sopleteado cada una de las tres verrugas. Ahora ostento un pequeño agujero que según Sakuray desaparecerá en unos pocos días.
Se hacen muchas bromas sobre los "doctor Tacna" y supongo que deben haber algunos muy malos (tal como en Chile, por lo demás) pero a Sakuray y a mi dentista Gonzalo Lostanau les tengo una confianza enorme: los conozco por más de 25 años, tienen una práctica enorme, son francos, prácticos y sobre todo no dramatizan ni asustan innecesariamente para sacar más plata, bien por estos excelentes doctores, cuando me muera les voy a dejar mi hígado para que hagan estudios. Cinco minutos y 16 lucas, que más puedo pedir.