Anoche estábamos tranquilitos con la Pilar en la casa rodante cuando escucho que tratan de abrir la puerta. No le dimos mucha importancia pues supuse que era algún borrachito que pasaba y quería ver si había alguien. Al poco rato una explosión similar a un neumático reventado, miro por la ventana y no veo nada, luego otra explosión y conversaciones.

Me volví a asomar y veo a dos encapuchados a menos de 2 metros adentro del CRX tratando de echarlo a andar. Transpiré helado por un momento pero analizando la situación decidí que ni muerto salía a enfrentarlos, así es que me hice fuerte dentro de la casa, llamé a Carabineros por celular (los asaltantes escuchaban todo pues estábamos prácticamente al lado) y me senté junto a la puerta con el machete por si intentaban entrar. Pasaron 15 minutos tratando de echar a andar el auto y no pudieron, trataron de abrir la puerta nuevamente y al final se fueron. llamamos nuevamente a Carabineros y a los 27 minutos al fin llegaron. Habían destrozado el vidrio lateral con una gran piedra (ver foto) pero no supieron llevarse nada que valiera la pena, como ladrones eran muy incapaces.

Carabineros me explicaron que estaban ocupados en otro procedimiento, que con la reforma procesal penal todos los maleantes andan sueltos y la ciudad, antes segura, ahora es un paraíso para los delincuentes. Hasta tienen abogados gratis y si uno quiere demandarlos tiene que pagar. En fin, la moraleja es que hay que tener un arma y disparar a la cabeza, el lunes me compro una Crossmann de balines y así podré salir a corretearlos por lo menos.

Pasando a otro tema hace una semana instalaron una aparatosa "ventana digital" que no es más que un par de webcams con sonido y grandes pantallas. Uno en el Palacio de la Moneda en Santiago y el otro en la Gobernación de Arica, la idea es del siempre inquieto profesor Ricardo Baeza de la U de Chile, el mismo que creó "todo CL". Me agrada mucho la manera de pensar y de actuar del profesor Baeza, a diferencia de la mayoría de la gente de las universidades el sí hace cosas y no anda pensando en proyectos tipo guerra de las galaxiaso estupideces similares que fascinan a tantos onanistas dentro de nuestras universidades.

Bien por el pues gracias a su proyecto los conscriptos pasan toda la tarde hablando tonteras con sus familiares en Santiago a través de este mega-chat gratuíto. Otra valiosa externalidad de este proyecto es que nuestro popular Loco Vadulli ahora está extendiendo su fama a la capital pues pasa gran parte del día borracho "transmitiendo" para Santiago, en vivo y en directo. Si quiere conocer al loco Vadulli vaya a dar su vueltecita por la Moneda cualquier tarde.

Hace tiempo lei que cuando a una perra se le perdía alguno de sus cachorros sufría de gran stress, pero en cuanto lo recuperaba a los pocos minutos le desaparecía toda la preocupación. Comparaban con los seres humanos que, aún después de recuperar a un ser querido seguían angustiandose pensando en lo que podría haber pasado. Esto a propósito del asalto del sábado.

En verdad recuerdo tres veces en que he estado en peligro de muerte y nunca he sentido miedo en el momento mismo, pero el miedo viene con efecto retardado cuando uno piensa en lo que podría haber pasado. El sábado dormí muy bien después del asalto, el domingo no tan bien y anoche me despertaba cada vez que sentía estacionar un auto y salía a ver con mi flamate pistola GAMO en el bolsillo a hacer el tonto, por si acaso. Espero que el efecto pase luego y todo vuelva a la normalidad lo antes posible, no me preocupa tanto el despertarme sino hacer el ridículo saliendo a la calle dispuesto a dispararle a cualquier cosa que se mueva. Hoy instalaré un último aparato de seguridad (una sirena que suena realmente fuerte) y creo que con eso ya podré dormir placidamente de nuevo.

He descubierto que el miedo no es a lo que podría pasarle a uno, sino miedo de equivocarse, fallar el disparo, que te quiten la pistola, en fin. Uno tiene miedo cuando piensa así es que no vale la pena pensar mucho o darle vueltas a estas situaciones, solo hay que salir y hacer lo que haya que hacer, nada más. ¿Se acuerdan que un cuidador de autos me había robado la antena y yo me estaba rompiendo la cabeza sobre como vengarme? durante varios días estuve pensando y hasta anduve tentado de pegarle unos balinazos a las luces de su auto. Menos mal que no hice nada porque acabo de encontrar la antena que la simpática de mi suegra había sacado y guardado "para que no la roben". Moraleja, a veces hago juicios algo apresurados jajaja.

Un día de estos voy a escribir algo más sobre el miedo, creo que es un tema amplio y muy interesante. Ah! y sobre la pistola pueden verla en http://www.bradanovic.cl/gamo/gamo.htm

Anoche lei "El Extranjero" de Albert Camus, la verdad es que lo había leído el año 1972 cuando estudiaba en el Liceo de Ancud y guardaba un vago recuerdo del argumento. Me desilusionó un poco tal como cuando uno vuelve a los lugares que conoció en la niñez y comprueba que los edificios no son tan grandes ni el paisaje tan impresionante como los que existían en la memoria, pero igual es una muy buena novela, como Meursault, yo siento esa distancia entre mi y el resto de las personas, solo que no me aburro y supongo que puedo manejarlo.

Después continué con la Tragedia del Rey Lear, que tampoco había leído ¡que gran escritor Shakespeare, con su lenguaje tan sonoro y pintoresco! los españoles a su lado son secos, grises, casi siempre aburridos. Pensar que fueron contemporaneos con Cervantes...Miren esto:

"Un bergante, un bribon, un lameplatos, un granuja rastrero, altanero, vacio, un lacayo ambicioso y pelagatos con calzas de estopa, un picaro miedica, pleiteador, hijo de puta, miraespejos, servil y relamido; un esclavo pobreton, que haria de alcahuete por dar buen servicio y que no es mas que una mezcla de granuja, pordiosero, cobarde, rufian e hijo y heredero de perra mestiza, un tipo al que voy a sacudir hasta sacarle chillidos si me niega una silaba de cuanto lo he llamado"

Conozco a varios que me gustaría decirle todo eso en la cara jaja

Como no hace mucho pasé un pequeño susto que mejor que escribir unas cuantas cosas sobre el miedo, que es uno de los principales motores de casi todo lo que hacemos, fíjense cuantas cosas hacemos o dejamos de hacer por puro miedo: Partamos por ese miedo subterraneo pero no menos poderoso que afecta a tantas personas; el miedo a la pobreza. La gente que nunca ha sido realmente pobre suele tener terror de quedarse sin plata y eso explica que exista tanta gente que vive una vida miserable y frustrada a cambio de la seguridad de un sueldo. Son capaces de humillarse y hacer durante años trabajos que desprecian solo porque no se atreven a correr el riesgo de quedarse pobres, lo peor es que son los peor preparados en tiempos de problemas porque tarde o temprano les puede llegar la cesantía y ahí el mundo se les desploma.

Gracias a Dios que yo viví una vida miserable durante muchos años, sin saber de donde iba a sacar para comer la semana siguiente, recuerdo que lo único que realmente me preocupaba era no poder pagar un lugar donde dormir, hasta que un día llegó ese momento y me vi en la calle, para colmo en un lugar donde no conocía a nadie. Al final todo se arregló y aprendí que la falta de plata es una de las cosas menos malas que le pueden pasar a uno.

El miedo a la muerte y a las enfermedades es otro que llevamos constantemente encima, la mayoría simplemente trata de borrar de su cabeza la posibilidad -la certeza en todo caso- del día en que nos vamos a morir. El miedo a las enfermedades nos produce una negación que nos lleva a creer que somos invulnerables o en el otro extremo a la hipocondría. Tengo dos amigos que murieron de cirrosis y otros que van por el mismo camino, no deja de ser curioso y divertido ver como niegan hasta el final el hecho evidente que se están matando, cualquiera lo puede ver, menos ellos, similar negación se ve en fumadores, drogadictos, diabéticos, etc.

Aparte de los miedos comunes yo tengo un miedo especial a las alturas, el efecto de borde o de cornisa está muy desarrollado en mi y me basta con ver aunque sea otra persona en un borde para que se me hiele la sangre. Otro miedo que se me representa las pocas veces que tengo pesadillas (una o dos veces en el año a lo más) es a la impotencia, no poder responder físicamente a un ataque, estar amarrado, desarmado o lo que sea en un medio hostil. Ese miedo a la impotencia también tiene una expresión menos física en mi terror a quedar atrapado en un trabajo sucio, monótono o degradante sin poder dejarlo y por eso he hecho mi vida de manera tal de ser capaz de arreglarmelas con una cantidad mínima de plata, tal vez en una antigua encarnación fui un esclavo y algún recuerdo de esa época me hace ver con temor casi toda forma de trabajo.

¡Tantos miedos! me pongo a pensar y me aparece una lista interminable, desde luego el miedo al ridículo, nuestro miedo nacional, el más característico de nosotros los chilenos, el miedo a las inyecciones (yo les tengo un terror animal), el miedo a caer preso (creo que a mi me daría lo mismo), el miedo al fracaso, el miedo a tomar la decisión equivocada, miedo a los muertos, en fin, la lista es enorme. Ah, y por cierto el miedo a las mujeres... Me quedo con un excelente dicho que escuché a un antiguo corredor de la bolsa "hay que vivir con miedo, pero jamás asustarse"

Y se preguntarán que tiene que ver la imágen que acompaña esta entrada, bueno, corresponde al Panopticón una verdadera máquina de hacer miedo inventada por una caballero inglés, véala en http://www.bradanovic.cl/panopticon.htm

Hoy estuve con un amigo que está a punto de perder la carrera en la universidad en su último año, ha estado más de seis años estudiando y ahora está a punto de irse para afuera con un examen en diez días más que será su última oportunidad. Curiosamente lo veo muy tranquilo y contento, está convencido que le va a ir bien a pesar que no ha estudiado (cosa que ha ido dejando para mañana desde hace meses).

Dice que ha pasado por apuros parecidos y que de algún modo siempre al final se salva, tiene -según el- un angel que lo protege. Es curioso pero no es el único caso que conozco. Mis dos amigos que murieron de cirrosis y otros que van en camino siempre se confiaron en su "buena genética", "buena alimentación", "buena suerte" o lo que sea y jamás pensaron que se podían morir. Yo vi a uno de ellos un poco rato antes que estirara la pata, y a pesar que estuvo más de un año agonizando solo en el último momento se dio cuenta que no era inmortal y que no tenía tan buena suerte después de todo.

Cuando estudiaba en la universidad todos los años sufríamos bajas de estos que se creían afortunados y, aunque a unos pocos (dos o tres a lo más) les resultó su buena suerte la enorme mayoría termino perdiendo la carrera.

Lo mismo con la plata, muchos de mis amigos gastaban y se endeudaban como si su sueldo les fuese a durar para siempre, ni siquiera pensaban que se les puede terminar el trabajo y esa es una idea tan horrorosa para ellos que la rechazaban con la misma fuerza que la idea de la muerte, era simplemente inconcebible que les pueda ir mal, a otros tal vez si, a ellos nunca.

Creo que no hay peor desgracia para una persona que creerse afortunado, es como una variante del vicio del juego, los afortunados abusan de sus suerte una y otra vez y no se cansan hasta que por simple ley de probabilidades les empieza a ir consistentemente mal. Entonces se asombran como si lo que les ocurriese fuese algo imposible y solo se lo explican pensando que, al fin y al cabo, han tenido muy mala suerte en su vida.

¿Y por que coloco una foto del gran Carlitos Gardel? bueno, como todos saben Gardel tuvo la mala suerte de morir en un accidente aéreo. Además no se me ocurrió que cosa poner con relación al tema. Perdón Carlitos...