Vivir sobre ruedas

Me han llegado algunos mail preguntando si es práctico vivir en una casa rodante, bueno, aquí les mostraré un poco como me las arreglo yo en mi ruca movil, algunos problemas y ventajas de vivir en un remolque en lugar de una casa

Visitemos la casa: entrando a mano izquierda encontramos dos closet, en el primero guardo mi parka y los artículos de aseo mientras que al lado está el cuerpo principal de mi biblio, allí están los mejores libros que tengo y es una de las cosas que no me gustaría que me robaran, arriba unos álbumnes de fotos y los libros que estoy leyendo ahora mismo
El baño químico es la mayor deficiencia de mi casa, ciertamente que lo uso solo para hacer pichí y para lo demás ocupo el baño de mi casa fija. No tengo ducha ni lavatorio así es que también debo ir a mi otra casa para bañarme. Arriba guardo las aletas y el snorkel para bucear junto a mi completísima caja de herramientas (otra cosa que no quisiera que me robaran). Abajo una colección de Selecciones del Reader's de los años 60 y los 43 tomos de la Historia de Chile de Francisco Encina, en edición económica. ¿Como podría aburrirme en un lugar así?.

Más abajo un sifón con 20 litros de agua purificada

La cocina a gas está perfectamente operativa con su tetera (pava, como dicen los argentinos) un gran thermo, mate y bombilla para cebar. Abajo hay unos cajones donde guardo los platos, cuchillos y todo eso mientras que arriba otro estante guarda el café de grano, cocoa, filtros, tazas, sacacorchos y otros artefactos por el estilo
El refrigerador también funciona a gas, pero yo nunca lo enciendo pues no me gusta guardar cosas frias. Allí tengo el vino en caja (Clos de Pirque), cerveza, una de pisco, yerba mate "Tarahuí" (con palito), varias cajitas de jugo con sabor a naranja y salvado de trigo para preparar cuando me da hambre. El resto son puros vasos y envases vacios, de esos tupperware.
Arriba del refrigerador hay una pequeña caja que en la tapa tiene un espejo donde me peino en la mañana. En esa caja guardo lo que uso constantemente y varias cosas inútiles, como una vieja caja de lata con amuletos para la buena suerte. El resto son fósforos, cigarros puros, lentes de sol y de los otros, peineta, tijera, cortauñas, pilas, pañuelos desechables y multitud de cosas que no sirven para nada.
Bajo la cama de arriba hay otro gran cajón que sirve como closet, allí guardo las poleras para dormir cuando hace frio, unos pantalones de trabajo, short y traje de baño, cables y conectores varios, papeles útiles y de los otros además de mi colección de unas cuantas revistas "Life" de los años 60 que ya se están deshaciendo solas
Un cubrecamas rojo con soles y lunas amarillas, según recomienda el Feng Shi me tapa por la noche, al lado una radio casette y CD requisada a Tomás Jr. junto con mis CD de musica reunidos en tres grupos: popular (Sui Generis, Silvio Rodriguez, Bing Crosby, etc.), jazz y clásica/operas. Debajo de la radio hay un amplificador 50+50W ue casi nunca uso pues no me gusta la música muy fuerte. A los lados guardo pañuelos y mi super linterna Mag Lite
"Me fascina el trabajo. Podría sentarme y contemplarlo por horas" es el lema pegado en la puerta de la biblio. La casa rodante está especialmente acondicionada para holgazanear, leer, pensar y fumar un puro "Garcia y Vega" cada vez que tengo plata.

Además es mi Centro de planificación estratégica. Falta el puro notebook porque quemé el último que tuve cuando lo enchufé en un lugar equivocado..

En la cama de arriba guardo una colcha por si aparecen visitas, junto con alguna ropa gruesa porque en las tardes, en esta época, empieza a salir un viento frio.

Abajo al lado del sofá, una preciosa reproducción de un cuadro de Picasso que muestra el mar desde su ventana, en su casa de Francia. En mi casa es muy fácil entender lo que sentía el tipo cuando pintó ese cuadro.

Debajo de las camas, por fuera, se abre una inmensa maletera de lado a lado donde cabrían fácilmente unos 3 muertos de buen tamaño. Allí guardo la parrilla, el carbón, unos ladrillos, envases de cerveza, las baterías que me dan la luz y un montón de otras cosas, la mayoría inútiles pero de las que no estoy dispuesto a desprenderme por ningún motivo.
Por el otro lado está la toma de electricidad y agua de la red pública. Al enchufar la casa a los 220 volts se comienza a cargar automáticamente la batería y además adentro hay enchufes de 220v en todas partes lo que es muy conveniente cuando estás estacionado al lado de una toma eléctrica (no es mi caso, lamentablemente)
Llega la noche y todas las luces se apagan, yo me doy mi última uelta por la Isla del Alacrán (normalmente sin ningún resultado), me fumo un puro o la pipa del día, leo un poquito y me meto al sobre. Buenas noches los pastores.