Virgen de Las Peñas

Fuí por primera vez el año 1981, cuando mi compañero de universidad y amigo "el Matute" estaba perdiendo la carrera, había reprobado Electrónica II en segunda oportunidad y solo un milagro podía salvarlo, el caso es que hizo la manda de ir a pie pelado hasta el santuario y yo me fui acompañándolo, para verificar que no hiciera trampa. Cuento corto, se produjo el milagro y el Matute es hoy ingeniero.

La segunda vez que fuí también con el mismo Matute y con mi novia Pilar, nos fuimos casi al trote y demoramos 3 horas de subida y 3 de bajada. Casi me muero.

Haciendo memoria esta vez me acordé que los años que siguieron a mi segundo viaje fueron extraordinariamente prósperos así es que aprovechando que mi suegra va al santuario desde hace 34 años le dije al Tomas Jr. ¿queris conocer las Peñas?, dijo que bueno y partimos.

El mapa muestra las distancias "sicologicas" entre punto y punto, por ejemplo entre el pueblito de San Miguel de Azapa y el paradero de Ausipar (donde se empieza a caminar) hay como 40 kilómetros, pero como se hace en bus es "sicologicamente" cortito. El terrible "Paso del Caracol" en cambio es de menos de un kilómetro, pero las empinadas subidas, vueltas y bajadas que no se acaban nunca los hacen sentir muy laaargo

 

10 PM, Rotonda Tucapel, salida del bus

Previo pago de $ 1.500 c/u nos embarcamos hacia Ausipar a la aventura, viajan con nosotros varios peruanos de ambos sexos, unos hippies gritones y algo insolentes, gente "de los 60 pa arriba", peregrinos viejos y dos grupos de niñas adolescentes, ah y una guagua (pobres padres que la cargan). Al comienzo del viaje los hippies van hablando fuerte y riéndose pero al poco rato de los últimos asientos empiezan las "lolitas" a cantar y hacer bromas pesadas, al poco rato los hippies se quedan calladitos apabullados por los remedos y las burlas de las chicas, yo siempre lo he dicho, nada mas peligroso que mujeres en grupo. El propio Tomas Jr. lo aprende por amarga experiencia, cuando dice tímidamente "¿por que no se callan esas locas?" de atrás le contestan "cállate tu mojón chico". En fin, hasta llegar al paradero ellas son las dueñas del bus, gritan, cantan y le toman el pelo a medio mundo, los demás vamos calladitos

11:50 Paradero de Ausipar

¡Empieza la aventura! desembarcamos y sacamos la linterna para empezar a caminar, lo primero que encontramos es una larguísima bajada por la ladera del cerro y vemos una serpiente de luces con los cientos de peregrinos que se van alumbrando el camino, el contraste de las linternas, los cerros y las estrellas (que se ven extremadamente brillantes por esos lados) es bellísimo, vamos caminando. Uno de los peores problemas es que el camino es sobre el lecho de un río así es que se transita sobre piedras, ya sean grandes bolones que tienden a torcerte el tobillo o bien piedra chica y filosa. Para no romper zapatos me fuí con un par de botas que me regalaron cuando pituteaba en el ejército, craso error como vería solo un poco más adelante.

A veces nos toca ir de guías con decenas de personas que te siguen, como es de noche uno sigue a los de adelante, lo que más tarde nos traería malas consecuencias

05:00 Humagata

En Humagata está la única casa habitada de todo el camino y allí nos ponemos a descansar, yo me tiro sobre la tierra para echar una pestañeada y cuando me voy a quedar dormido Tomás Jr. se aburre y empieza a molestar para que sigamos. Llevamos cinco horas caminando, tropezando, subiendo y bajando cerros y quebradas, ya empezamos a cansarnos.

Seguimos el viaje y, como era previsible yo me meto por un lado equivocado y llegamos por el borde del río a una muralla sin salida. Lo peor es que unas 30 personas siguieron detrás de nosotros, en la oscuridad por un lado empezaron a gritar "¡por acá, ese camino no es!" pero costaba mucho devolverse, así es que se hizo una cadena de manos para subirnos de nuevo por la ladera. Cansados y frustrados alguien dijo "el Tomás tiene la culpa!" como va a ser tan mala suerte pienso yo, debe ser otro Tomás, pero no, justo iba un primo de mi novia en el grupo y me empezó a molestar a grito pelado. No siempre es bueno conocer tanta gente

Seguimos caminando en la noche y en el terrible "Paso Caracol" damos vueltas interminables, subiendo y bajando por las laderas de los cerros, Cuando se estrecha el camino y se escucha el río abajo, Tomás Jr. me pregunta cautelosamente "¿es peligroso?", yo disimulando mi propio susto le digo " Nooo, que va a ser, mira donde pisas nomás" (yo también le tengo miedo a las alturas)

A las malditas botas se les destrozó completamente las suelas y los tacos ¿con esas mandarán gente a la guerra? lo peor es que los clavos del taco pasan para el pie y no hay como arreglarlo, obligado a seguir como fakir, con los pies clavados.

5:55 ¡LLEGAMOS!

Ya ha amanecido cuando entramos al santuario de Livilcar, nos recibe la banda de bronces y la Cofradía "Los Morenos de Tacna". Medio muertos y con los pies hechos puré lo único que quiero es llegar a la iglesia a echar una siestecita

La iglesia es una especie de galpón construído al borde de la pared de roca donde fué tallada la virgen (en 1700 o probablemente antes), con el kitsh usual de las iglesias católicas con flores, candelabros e imágenes de yeso alrededor. La gente duerme a pierna suelta adentro mientras hacen misa y nadie se enoja, me parece muy buena costumbre y echo mi buen sueño hasta que Tomás Jr. disgustado con la liturgia me obliga a salir (weon hereje), luego el desfile de los bailes religiosos dando los "buenos días" a la Virgen. Los disfraces de las cofradías en general son de pésimo gusto: "pieles rojas", "chinos", unos ternos horribles, etc. solo se salvan las características diabladas y los gitanos con unos trajes de raso muy bonitos, tambien los Zambo Caporal con cholitas que cuando bailan se les ven los calzones. Me gusta la música pero no los bailes, así que no saco fotos.

En la iglesia, para variar, me encuentro con un conocido que me dice "¡por tu culpa nos perdimos H...! " , en fin añoro el anonimato de las grandes ciudades. Gente de todas las condiciones, casi todo Arica se encuentra acá y el asunto es a la vez religioso y social. Los "dueños" de la fiesta son los "Alféreces" un selecto grupo de ariqueños muy antiguos que organizan y regulan cada uno de los aspectos de la fiesta, ellos tienen sus propios departamentos, los únicos decentes del pueblo con camas y baño.

La fila para "saludar" a la virgen es inmensa, pero mi suegra que ya conoce el valor de los "pitutos" se las arregla para no hacer fila y pasar directamente, la tocan, se persignan, le rezan y le piden sus deseos. A todo esto nos encontramos con dos "Alfereces" amigos; Carlos Calvo y Eliseo Vasquez, estamos en el país de los pitutos y somos de los pocos privilegiados que podemos descansar en una cómoda cama. Dejo al Tomás Jr. y a mi suegra cómodamente instalados y yo me tiro a dormir en el suelo, frente a la iglesia, a pleno sol. La cantidad de mujeres es impresionante y tambien la calidad

12:00 Vuelta a Arica

El santuario está inmundo con la cantidad de gente, botellas, envases vacíos, comercio  y todo tipo de basura, es la pesadilla de un Greenpeace, pero como nosotros somos 4x4 no nos molesta en absoluto. Sin más que hacer emprendemos el largo regreso. Con un alicate que conseguí pude sacar algunos de los clavos que más me molestaban, pensé que los otros no iban a salir y los dejé para que no se me desprendiera la suela (otro error de cálculo, claro que pasaron). Con unos parches curitas en las ampollas más grandes y ánimo estoico parto de vuelta a Arica. En la foto Tomás Jr. pasando el primero de la larga serie de puentes que tendremos que cruzar de vuelta. El sol cae a plomo, pero como somos zorros del desierto no nos molesta mayormente

01:00 PM , Molinos

En el pueblo abandonado de Molinos hacemos un alto para la foto. Tomás Jr. y mi querida suegra posan frente a una casa en ruinas.

Curiosamente estaba medio peleado con mi suegra por un asunto de cuenta de teléfono, bueno, ya llevamos harto rato caminando y a estas alturas ya estamos en la buena, especialmente considerando que se me acabó la plata y ella me tiene que prestar para el pasaje de vuelta

01:50 PM ¡El Paso Caracol!

En la entrada del Paso Caracól tomás Jr. va fresco como tuna (claro, si lleva unas zapatillas que costaron como 20 lucas) aqui empiezo yo a sufrir.

Subidas y bajadas por caminos estrechoa, adelante van dos gorditas y detras viene un tropero con mulas y burritos de carga "cuidado Lucy que viene el burro" dice una gordita, y la otra le contesta "¿y como me pongo?" dentro del cansancio nos sirve para que todos nos riamos un rato en la fila

El camino es solo practicable a pie y en mula, unos pocos caballos de Carabineros, muy bien acostumbrados, también pueden hacerlo

02:30 Humagata

Es un pueblito también abandonado, con una sola casa habitada que hace las veces de posada, a estas alturas es olor es muy pesado y está lleno de basura, no paramos y esperamos encontrar un lugar un poco menos sucio donde descansar

Caminamos y caminamos pero no hay donde, el sol está cayendo a noventa grados , fuertísimo y la transpiramos toda. Cada vez que atravesamos el río metemos el gorro en el agua y lo ponemos, cosa que fascina a Tomás Jr.

Cada poco tiempo tengo que parar a dar descanso a mis claveteados pies

03:00 ¡Un Arbol!

Desde lejos vemos por primera vez un sitio maravilloso para descansar, un prado de alfalfa con un frondoso árbol nos invita a parar por un buen rato. Al sentarnos me acordé de algo que aprendí hace muchos años, cuando vivía en Chiloé: debajo de todo árbol frondoso encontrarás siempre caca de animal, los animales tienen tanta predilección por la sombra como nosotros. A Tomás Jr. menos acostumbrado a las costumbres campestres, no le hace ninguna gracia sentarse entre tanta plasta. "De lejos se veía lindo", masculla enojado

Dejamos el precioso árbol y le saco una última foto de recuerdo antes de emprender la matadora subida hasta la pampa de Apacheta. Yo voy muerto, cansado y con los pies hechos bolsa de tanto caminar como gato
03:40 Apacheta

Después de una subida larguísima y muy matadora llegamos a Apacheta donde comienzan los grandes acantilados de 300 o más metrso de altura, ahora nos toca bajar. Al mal tiempo buena cara, nos vamos resoplando y Tomás Jr. sigue hablando como loro y cargandose encima mio mientras caminamos. Los empujones no surten efecto y creo que tendré que recurrir a las patadas

04:10

Nos acercamos a Pampa Coyote, bueno, aquí eso de "nos acercamos" significa que queda adonde se termina la vista: hay que bajar, subir, bajar de nuevo y volver a subir, ahí recién llegaremos. En fin , dale dale Federico...

04:35 ¡Pampa Coyote!

Una lugareña muy amable nos deja descansar un rato a la sombra de su ramada, nos cuenta que durante todo el año pasan por ahi mismo los "pistacos" bolivianos con su mochila de drogas, lo que es la historia: en el siglo XVI traían la plata desde Bolivia por este camino, ahora traen la droga, cambian los tiempos y los productos, pero el camino siempre es el mismo

¡04:40 Pampa Oxavia y casi llegamos!

Una garganta impresionante de unos 400 metros donde dos paredes perfectamente lisas casi se tocan, hay que pasar por el medio olvidándose que estamos en una zona sísmica. Me gustaría haber tomado mejores fotos, el paisaje es grandioso pero es muy difícil encuadrarlo en una fotografía. Acá todo es inmenso.

Un último esfuerzo y caminata entre grandes piedras, para variar subidas, bajadas, subidas y más bajadas, el paradero de Ausípar no aparce nunca hasta que al final llegamos.

Iba a guardar la última foto tirando los gorros al aire en el paradero, pero no tengo ánimo ni para eso, mi estado es deplorable, hacemos la vuelta en un total de 5 horas (contando los descansos) el mismo tiempo que hacen las viejitas de 70 o más años, pero en fín. Lo hicimos.

Una aventura extraordinaria, no se como no se aprovecha dentro del circuito turístico