¡Me quedé en la calle!

Es una idea que venía escuchando desde chico: mi mamá siempre decía "mi sueño es tener una casa rodante y vivir adonde se me dé la gana", bueno, yo pasaba todos los días por Azapa y la veía a ella con un letrero "Se Vende".

"Algún día serás mía, pensaba" hasta que, gracias a una pirueta financiera tuve la plata para comprarla. Ahora si que me quede en la calle, en el sentido más literal de la expresión

Cuando la ví por dentro fue el amor a primera vista, un flechazo; dos camas king size, otra sencilla, un gran refrigerador para las cervezas, cocina, agua fria y caliente en un enorme estanque y muchos estantes donde poner mis libros ¡tenía que ser mía!

Creo que nunca he vivido en un lugar tan bien equipado, ¿el precio? después de un duro regateo, seis mil dólares, año de fabricación 1999. ¡La compro!, ¡La compro!

Como Tomás Jr. es intruso profesional intuyó algo al verme entusiamado ¡yo te acompaño! me dijo y así es como entró a inspeccionar la casa el mismo día de la compra. Miró todo con mucho cuidado y después dijo "puedes comprarmela"

Bueno,yo le dije que jamás lo iba a invitar a entrar a MI casa rodante, pero como decimos en Chile "me ganó el quien vive". Aquí está inspeccionando las camas antes de decidir cual será la suya (menos mal que no vino mi suegro)

Y tenía que comprarme una camioneta para tirarla, encontré una Chevrolet Cheyenne de 4300 cc que estaba sin uso desde hacía mucho tiempo ¿precio? exactamente mil dólares, claro que tuve que cambiarle el parabrisas roto y otros pocos arreglos,  pero en general estaba impecable, había sido de un médico amigo mío, muy bien cuidada.

Aqui estoy subiendo a mi casa con la casa rodante plegada, con el techo abajo para mejor aerodinámica.

Y esa misma noche,  con mi buen amigo Pancho Sepúlveda, que me dio unas lecciones de manejo y me ayudó mucho a negociar ambas compras, nos fuimos a la mismísima Isla del Alacrán con carbón y una parrilla a hacer el asado inaugural.

Con unas cuantas cervezas para agradecer a la pachamama, mojarla y mojar nuestros esofagos por cierto.

Aquí aparezco como maestro de parrilla, dorando los chorizos y los tutos de pollo ante la atónita mirada de los demás transeúntes  y paseantes que circulaban esa noche.

¡Salud!

¡Salud!

¡Salud!

Me fuí a instalar al borde de la playa más hermosa de Arica, La Lisera. La segunda noche Tomás Jr. decidió ir a consolidar su soberanía durmiendo en la casa. Escogió para si la cama de arriba, pues dijo que a la de abajo llegaba el mal olor a pies y otros.

Esa noche casí se amaneció jugando al "game boy" libre de la tutela materna que lo obliga a dormirse temprano, también salimos "a carretear" a la Isla, yo con una cerveza y el con una Fanta ¡esto es vida! decía

Tarde en la noche yo me puse a escuchar música ¡cha na na, cha na na, cha ns na! ya me estaba quedando dormido cuando la luz del flash me pone los ojos como plato.

Definitivamente tendré que prohibir la entrada de ciertas personas molestosas. O restringirla al máximo.

No hay como vivir solo y en mi casa rodante acabo de recuperar mi ansiada libertad, ya no se me va a caer más el pelo, no me quedaré pelado!

Es muy temprano en la mañana, así es que después de nadar un rato en la playa más hermosa de Arica bajo el techo de mi casa y me preparo para ir a ni "casa 2"  a tomar un reparador desayuno.

La playa está vacía, el día amanece con un lindo sol y está especial para meterse al agua ¿quien dijo que nos habían expulsado del paraíso? yo volví

 

Atrás está el CRX que me permite moverme sin desenganchar la camioneta, y sin gastar hectólitros de bencina, Tomás Jr. asegura el techo y ya estamos listos para partir. Pensativo me comentó que cuando yo me muera el va a heredar la casa rodante,  la camioneta,  el auto, el computador y lo que me queda de mi casa. Le aclaro que lo tengo desheredado, para que no le entren ideas peligrosas (para mi) en la cabeza.

Volveré después de almuerzo para dormir una siesta, chequear las tangas en la playa mientras me tomo un helado de doscientos pesos (el más económico) y preparar todo para la noche.