La violencia es la partera de la historia, no me acordaba bien del contexto de la frase, así es que googleando llegué al
manifiesto comunista. Yo que rara vez olvido donde leí algo, esta vez me falló la memoria, que macana...
No es novedad que anadie le gusta la violencia, especialmente
la que otros ejercen sobre uno, porque con la otra las personas suelen ser bien indulgentes y compensivas. Pero partamos definiendo la cosa.
No es tan difícil, podríamos decir que es
toda acción que nos obligue a hacer algo contra nuestra voluntad, por el uso o amenaza de la fuerza. Las leyes que no nos gustan son un ejemplo de acciones violentas.
Claro que hay grados asociados a nuestra capacidad de aceptar, que van desde una ley que consideramos injusta, un abuso de poder, acciones políticas de hecho (protestas violentas por ejemplo), asaltos, atentados terroristas, represión política por agentes del estado, etc. En general podríamos decir que es una ley que
estamos menos dispuestos a aceptar la violencia que nos amenaza directamente y más dispuestos a aceptar la que no nos amenaza..
La política no es solo el arte de los acuerdos sino también -y sobre todo- el juego del poder. Es interesante ver la televisión boliviana en estos días, un país en plena disputa del poder entre revolucionarios que pretenden cambiar profundamente el sistema y conservadores dispuestos a conservarlo. Bolivia todavía no llega a
la escalada, la violencia es aún retórica y ninguno de los bandos ha pasado al uso masivo de la fuerza, seguramente porque ambos están inseguros sobre a quien apoyarán
los que tienen los medios necesarios para imponerse.
Distinta es la situación en Israel, Irak o Líbano, donde la violencia ya está en una espiral muy difícil de controlar. La escalada, cuando se pasa de las palabras a los puños, luego a bombas y balazos es caracteristica
cuando las fuerzas en conflicto están más o menos equilibradas en los medios. Esta es la situación a la que nadie quiere llegar porque es difícil de detener y muere mucha gente que no tiene nada que ver con las partes en conflicto.
Bueno, todo esto es de Perogrullo, no he puesto nada novedoso o interesante, pero tenía que definir algunas cosas antes de arrojar
mi barsa-opinión, que aquí va:
Creo que la violencia y el uso de la fuerza es algo que
está en todos nosotros, lo mismo que el deseo de imponer nuestra voluntad sobre los demás, es natural y si no lo hacemos siempre es porque estimamos que no nos conviene en un momento dado.
Siempre hay situaciones en que recurriremos a la violencia si tenemos los medios,
especialmente cuando nos sentimos amenazados. La defensa propia es uno de nuestros instintos más básicos.
Los que posan de santurrones y dicen hipócritamente que hay que respetar a los demás a toda costa, cambian de opinión rápidamente cuando se sienten lo suficientemente amenazados, el pacifismo a todo evento es demagogia: para aparecer como "mejores" que los demás. Un mecanismo psicológico básico consiste en
usar la moral, etiquetando a su propio bando como bueno y al contrario como los malos, la distinción moral es la forma estandar de distraer la atención sobre el verdadero problema.
Lo ideal es vivir en paz y resolver todo por medio de acuerdos, pero esto solo es posible las pocas veces en que no hay grandes intereses en conflicto, a medida que los intereses crecen los acuerdos se van haciendo imposibles, porque a una de las partes ya no le interesa negociar y la otra debe evitar que la avasallen, esa es la raíz de la violencia y no tiene nada que ver con buenas o malas personas, es el patrón lógico de comportamiento de cualquier ser humano dadas las circunstancias adecuadas.
Los curas, que en otras cosas me caen muy bien, han sido funestos por la hipocresía con que tratan estos asuntos, dando argumentos para
quedar bien con todos, el uso de la violencia no es un asunto moral sino que de conveniencia o inconveniencia práctica, todas las aproximaciones morales son hipócritas y causan mucho mas daño pues posibilitan que la violencia escale.
Tenemos entonces dos formas de aproximarnos a la violencia: la de los que esconden sus intenciones con pretextos morales y la aproximación racional, que reconoce el derecho a usar la violencia como política o respuesta, usando la defensa propia con toda la fuerza que tenga disponible.
La desventaja de la aproximación moral es que eterniza y escala las situciones de violencia, mientras que la aproximación racional -al reconocer que una parte debe dominar lo antes posible- ayuda a acortar estas situaciones. Un ejemplo de maniqueismo son los organismos internacionales como la ONU, OEA, etc. cuyas resoluciones y exhortaciones morales sirven de combustible a los conflictos en lugar de acortarlos.
De no existir esta "institucionalidad" internacional los conflictos serían más cortos y terminarían con menos sufrimiento para las personas inocentes, donde sea que meten las narices los conflictos escalan y se eternizan,por una razón sencila: como deben ser "ecuanimes" terminan ayudando a fortificar la parte más débil y debilitar al fuerte, de ese modo se producen los empates eternos como los que desangran hoy al Medio Oriente.
Siempre habrán revolucionarios dispuestos a imponer su voluntad por la fuerza y está bien que así sea. Si alguien siente que está siendo pisotado y está dispuesto a correr los riesgos de sus acciones
es completamente lógico que se levante a botar la mesa. Lo estúpido es que por una ideología moral de derehos humanos a todo evento se restrinja la defensa de la contraparte, esa hipocresía es la que lleva a situaciones de violencia eterna porque al bajar los riesgos de hacer revolución fomenta su uso.
Nada debe ser a todo evento, ni los derechos humanos ni ningún otro derecho o consideración moral, todo tiene sus límites y su circunstancia. Si alguien quiere imponer su voluntad con bombas y violencia está en su derecho, pero no debe andar gritando como gallina y exigiendo sus derechos humanos cuando lo agarran. Tiene que pagar el precio de su decisión.
La afirmación "
Terrorism is historically normal mode of war. Israel must respect terrorists as efficient warriors and kill them, no matter the collateral damage. Wars are not humane" muestra la aproximación racional al uso de la violencia y es perfectamente válida,
tanto para los israelíes como para los terroristas, no es una declaración de principios sino algo que muestra una realidad (el terrorismo) y una manera lógica de enfrentarla provocando el menos sufrimiento (contraatacar con todos los medios disponibles).
Mientras el asunto sea conducido por moralistas la espiral de violencia no se va a terminar nunca, porque son los propios "corazones de abuelita" quienes le echan combustible a los conflictos tratando de evitarlos y de equilibrar las fuerzas.