
Por fin tuve un tiempo para subir las fotos del
viaje por tierra hacia Santiago, con eso queda una buena colección de fotos del norte, junto con las de
mi viaje el año 2005 y las de
Arica a Iquique, paso a paso.
Para los que no hayan hecho este viaje o los que piensan hacerlo colocaré algunos comentarios acerca de la geografía del norte, para después traducirlos e incluirlos en la
Alternative Guide.
A diferencia del centro-sur, que está densamente poblado, en el norte hay grandes extensiones deshabitadas y basta internarse un poco para llegar a lugares que no tienen ningún indicio de presencia humana. Entre Arica y Valenar están los lugares más secos del mundo, donde la lluvia es un fenómeno casi desconocido.
Las ciudades y pueblos en su mayoría se han creado al borde de un río: Arica al borde de los ríos San José y Lluta, Vallenar al borde del río Huasco, Copiapó al borde del río Copiapó, La Serena al borde del río Hurtado y así sucesivamente. Los valles centrales también se han formado en torno a rios como el Aconcagua, Choapa, Maipo y tantos otros.
Pero hay excepciones como las ciudades de Iquique, Tocopilla, Antofagasta, Chañaral que fueron puertos costeros para embarcar los minerales del desierto. Estas ciudades sin ríos son más áridas y tienen un aspecto y planta característico de los campamentos mineros.
Saliendo desde Arica al sur hay un enorme acantilado cortado a filo que hace imposible una ruta por la costa. El camino se interna por el desierto pasando por varias quebradas que lo cortan: Chaca, Camarones, Tana, Tiliviche, cada quebrada tiene largas y empinadas subidas, bajadas y los valles, que a veces reciben agua o tienen subterranea ponen un toque de verde a la monotonía del desierto.
En el desierto el camino consiste en largas rectas de varios kilómetros, cerca del desvío de Iquique se encuentra la Pampa del Tamarugal un "bosque" artificial con miles de hectáreas de tamarugos que crecen en un lugar donde jamás llueve ¿como lo hacen? resunta que debajo de esa pampa hay un inmenso espejo de aguas subterraneas que bajan desde el altiplano, parte de estas aguas se extrae para dar agua potable a Iquique.
Desde Iquique hacia el sur hay dos caminos posibles: uno sigue por el desierto, es antiguo, largo y está en muy malas condiciones, el otro va por la costa, siguiendo el camino al aeropuerto Chucumata (40km al sur de Iquique) y pasa por varias caletas y puertos: Patache, Chanavallita, Punta Lobos (donde se embarca la sal), en
la desembocadura del Río Loa se encuentra
un puesto aduanero, luego de la revisión se sigue por un camino bastante peligroso a orillas del mar pasando por
el único túnel del Norte Grande, llamado Galleguillos, hasta llegar al pueblo de
Tocopilla.
Para el viajero casual
Tocopilla es un lugar bien feo, lo más notable es su enorme central termoeléctrica que genera energía para la mina de Chuquicamata y el norte de Chile. Sin embargo para los tocopillanos su ciudad es un lugar de
enorme mística tiene lindas mujeres y los fines de semana se arman las mejores fiestas del Norte Grande. Puedo dar fé de eso.
Siguiendo hacia el sur, justo al borde del camino hay un
cementerio abandonado y una gran
casa deshabitada que debe haber sido una mansión en su época, luego se cruza el Trópico de Capricornio, señalado por una gran estructura en el desierto,
enormes torres llevan la energía a la mina de Chuquicamata, se pasa el aeropuerto de
Cerro Moreno hasta llegar a
Antofagasta, otra ciudad-campamento de gran tamaño: creo que es la cuarta o quinta ciudad de Chile y tiene mucha actividad por ser la
capital de la gran minería. Es también una de las ciudades más caras de Chile.
Desde Antofagasta el camino se aleja del mar
internándose al corazón del Desierto de Atacama, llega a La Negra, donde hay una enorme
fundición de metales y una
fábrica de cemento. A partir de ese punto el camino sigue por uno de los lugares más desolados del país, con varios cientos de kilómetros de desierto donde ocurren
muchos accidentes. En medio de la nada aparece un lugar llamado
Aguas Verdes un pequeño oasis donde se encuentra una de las estaciones de gasolina más aisladas de Chile, se puede hacer un círculo de más de 200 km sin una solo lugar habitado.
El camino sigue
interminable por el desierto, es una estrecha ruta de solo dos vías y no está en muy buen estado, luego empieza una sucesión interminable de bajadas a partir del desvío a Tal Tal, después de mucho rato manejando se llega finalmente a Chañaral. Es el tramo más duro de todo el camino; el cruce del desierto.
Chañaral es otra ciudad-campamento sin mucho atractivo para el visitante casual, la contaminación metálica del agua es evidente porque allí llegan todos los relaves y derrames de la Gran Minería. Lo bueno es que por fin el camino vuelve a correr por la orilla del mar y se encuentran lindas playas como Flamenco y el Obispito. Muy cerca se encuentra Caldera, un lindo pueblito-puerto que vale la pena visitar, además al lado tiene una de las mejores playas de Chile: Bahía Inglesa.
Siguiendo al sur el paisaje cambia dramáticamente, estamos en
el Norte Chico y empieza a aparecer el verde entre la arena. Un tren minero
atraviesa el camino, quien sabe a cuantos habrá atropellado. A veces llueve y el desierto florece creando paisajes maravillosos de todos colores. luego por el desierto semi-árido lleno de chañares (arbustos) entramos al mundo de la pequeña y mediana minería.
Los
cerros minerales están por todos lados al llegar a
Copiapó: negros, rojos, verdes. Copiapó es un lindo y pequeño pueblo con carácter mixto: minería y agricultura por todas partes. Tiene una planta ordenada y construcciones antiguas muy bonitas. Siguiendo camino
se pasa por Vallenar, en el fértil Valle del Huasco, es el primer pueblo netamente agrícola viniendo desde Arica,
Siguiendo al sur se atraviesan las planicies de Carrizal Alto, se divisan las cúpulas de los grandes observatorios astronómicos (La Silla, La Campana, etc.), es la región con los cielos más limpios de todo el hemisferio sur, cerca de la
Estación Cachillullo hay grandes extensiones de vegetales secándose al sol. Junto al camino la gente ofrece cabritos, aceite de oliva y queso de cabra.
Atravesando todo eso el paisaje ya se pone fracamente verde, vienen dos largas cuestas, donde termina la segunda (creo que se llama
Buenos Aires) se vuelve
a ver el mar, ahi hay
una caleta llamada Hornos con
un buen lugar para almorzar.
Unos
cien kilómetros más y se llega a
La Serena una de las ciudades más bonitas, antiguas y cuidadas de Chile, reconstruída en estilo colonial en los años de Gonzalez Videla y echada a perder con la
Avenida del Mar en tiempos más recientes.
Serena está llena de iglesias y de gente clasista y snob, vanagloriarse de los antepasados es un caro deporte regional, pero es un muy lindo lugar. Junto con La Serena se encuentra la ciudad-puerto de Coquimbo, que solo lo conozco de pasada.
Siguiendo hacia el sur
el paisaje se pone muy bonito en ciertas cosas; aparecen las dunas con extensiones de verde, la carretera se transforma en
autopista y cada ciertos kilómetros
hay que pagar peaje. Hay playas muy pintorescas pero también allí comienzan a aparecer los terrenos cercados y los avisos de "parcelas de agrado" a la venta. El camino pasa cerca de la linda playa de Tongoy y varios kilómetros más al sur se llega a
Los Vilos, lugar famoso por sus buenos pescados y mariscos.
Pasado Los Vilos ya falta poco para llegar al Santiago, la autopista es de 120 km/h en casi toda la extensión y se pasa por varios pueblitos típicos de la Zona Central: el desvió a Quillota y Los Andes, La Ligua,
Petorca, Lampa hasta entrar a Santiago por Quilicura, en el sector norte de la ciudad, un largo viaje de casi 2000 km, muy interesante por la geografía y cantidad de cambios en el paisaje.