Después de su muerte, dos de sus amigos se sintieron con méritos suficientes para sucederlo, eran Francisco de Villagra y Francisco de Aguirre que empezaron a guerrear, tal como lo habían hecho antes los Pizarro contra los Almagro.
El Rey, molesto con el maldito asunto, nombró a Jerónimo de Alderete, socio y agente de Valdivia como gobernador de Chile, pero este murió durante el viaje para tomar posesión por causa de una fiebre.
En el mismo barco iba un lejano tío abuelo mío, Andrés Hurtado de Mendoza, el II Marqués de Cañete, de una de las familias más importantes de la aristocracia castellana: la Casa de Mendoza. Iba a suceder a su hermano en el cargo de virrey del Perú y con él viajaba su hijo, García Hurtado de Mendoza, que fue nombrado por él gobernador de Chile en reemplazo del fallecido Alderete. leo en Wikipedia acerca de don García
"Contaba con 21 años de edad y era un joven de demostrada valentía, orgulloso de su linaje e inteligencia, y como contraparte, poseedor de un carácter muy altanero y orgulloso, de accesos violentos, muy cerrado y autoritario, lo que le granjearía ocultos enemigos en su propio círculo".
Para hacer honor a su fama de arrogante lo primero que hizo fue mandar a apresar a Villagra y Aguirre, luego armó una poderosa expedición con 8 barcos donde embarcó a muchos españoles que lo siguieron, además de otra columna magníficamente equipada que se fue por tierra. Se podría pensar que fue como una segunda conquista, pero bien hecha, con los recursos necesarios.
Me cito a mi mismo "llegó con más de 500 soldados full equipo. Cuando pasaron por La Serena todos quedaron asombrados por la cantidad y calidad de los equipos, e inmediatamente les pusieron un sobrenombre: los emplumados". A todo esto la gente de don García motejaron a los chilenos que los recibieron como "rotos" por el lamentable estado de su ropa, este sobrenombre existe hasta hoy "el roto chileno" y conserva la misma connotación de esos años.
La cosa es que el apellido y las relaciones de don García atrajeron a muchos aristócratas españoles que lo siguieron a Chile, entre ellos Alonso de Ercilla y Zúñiga, mi abuelo 10º Francisco González de Andia-Irarrázaval y Martínez de Aguirre, Francisco Pérez de Valenzuela, Hernando de Santillán, jurista y erudito, el fraile dominico Gil González de San Nicolás y el franciscano Juan Gallegos, todos estos eran la crema de la sociedad española, varios con contacto directo con el Rey, muy diferentes de los conquistadores antiguos, si bien estos ya habían hecho buena parte del trabajo sucio.
Don García pasó de largo, sin parar en Santiago, porque no quería tener nada que ver con los amigos y deudos de Pedro de Valdivia y estableció su gobierno en Concepción, donde tuvo exitosas campañas militares, en una de esas cuales capturaron a Caupolicán y lo hicieron matar sentándolo en la pica. Su gobierno fue bastante bueno, pero su carácter iracundo y prepotente le trajo un montón de enemigos. Igual cosa cuando posteriormente reemplazó a su padre como virrey del Perú donde tampoco hizo muchos amigos, pero al final fue uno de los gobernantes coloniales más exitosos .
Con la llegada de don García todo cambió en Chile, lo antiguos conquistadores fueron desplazados por aristócratas, por ejemplo mi 14º abuelo Melchor Bravo de Sarabia Sotomayor, era Doctor en leyes de la Universidad de Bolonia, Corregidor de Ciudad de Rodrigo, Oidor de la Real Audiencia de Lima, luego fue Gobernador del Reino de Chile y presidente de su primera Real Audiencia. ¡Nada que ver con los toscos militares como Valdivia, Villagra o Aguirre! Los conquistadores empezaron a ser desplazados por aristócratas, con mucha más educación y contactos.
Sin embargo este cambio no fue fácil, don Melchor por ejemplo, que era brillante abogado y gran funcionario, resultó un fracaso como militar y los araucanos lo derrotaron por paliza dos veces seguidas. Así, los militares todavía pudieron conservar algo de poder en Chile gracias a su arrojo, pero fueron pasados de manera inexorable a segundo plano.
Todavía mi abuelo 9º por ejemplo, Juan bautista Ureta Ayala, pudo conseguir un cargo como tesorero de Arica y hacer una considerable fortuna, pero junto con Hurtado de Mendoza y Bravo de Sarabia llegaron muchos de sus encopetados familiares: los Irarrazabal, los Fernández de Córdova (grandes de España y primos del Rey), los Larraínes, los Andía (marqueses de la Pica) y muchos otros encumbrados que formaron una aristocracia mucho más duradera, que de hecho tenemos hasta el día de hoy. En el Nobiliario, escrito en 1906, leo esta interesante afirmación:
"Entre mil quinientos conquistadores que a Chile vinieron de 1540 a 1560, sólo tres, juan de Barros, Juan de Cuevas y don Francisco de Irarrázaval, dejaron familias que han conservado hasta el día de hoy su importancia social en Santiago.
Por otra parte, si recorremos los archivos parroquiales, notarias y juzgados de provincia, podemos reconstruir hasta nuestros días, la descendencia masculina legitima de muchos de los mil quinientos fundadores de nuestra nacionalidad".
Y sobre los nobles que llegaron después y formaron la nueva aristocracia en chile se escribe:
Me cito a mi mismo "llegó con más de 500 soldados full equipo. Cuando pasaron por La Serena todos quedaron asombrados por la cantidad y calidad de los equipos, e inmediatamente les pusieron un sobrenombre: los emplumados". A todo esto la gente de don García motejaron a los chilenos que los recibieron como "rotos" por el lamentable estado de su ropa, este sobrenombre existe hasta hoy "el roto chileno" y conserva la misma connotación de esos años.
La cosa es que el apellido y las relaciones de don García atrajeron a muchos aristócratas españoles que lo siguieron a Chile, entre ellos Alonso de Ercilla y Zúñiga, mi abuelo 10º Francisco González de Andia-Irarrázaval y Martínez de Aguirre, Francisco Pérez de Valenzuela, Hernando de Santillán, jurista y erudito, el fraile dominico Gil González de San Nicolás y el franciscano Juan Gallegos, todos estos eran la crema de la sociedad española, varios con contacto directo con el Rey, muy diferentes de los conquistadores antiguos, si bien estos ya habían hecho buena parte del trabajo sucio.
Don García pasó de largo, sin parar en Santiago, porque no quería tener nada que ver con los amigos y deudos de Pedro de Valdivia y estableció su gobierno en Concepción, donde tuvo exitosas campañas militares, en una de esas cuales capturaron a Caupolicán y lo hicieron matar sentándolo en la pica. Su gobierno fue bastante bueno, pero su carácter iracundo y prepotente le trajo un montón de enemigos. Igual cosa cuando posteriormente reemplazó a su padre como virrey del Perú donde tampoco hizo muchos amigos, pero al final fue uno de los gobernantes coloniales más exitosos .
Con la llegada de don García todo cambió en Chile, lo antiguos conquistadores fueron desplazados por aristócratas, por ejemplo mi 14º abuelo Melchor Bravo de Sarabia Sotomayor, era Doctor en leyes de la Universidad de Bolonia, Corregidor de Ciudad de Rodrigo, Oidor de la Real Audiencia de Lima, luego fue Gobernador del Reino de Chile y presidente de su primera Real Audiencia. ¡Nada que ver con los toscos militares como Valdivia, Villagra o Aguirre! Los conquistadores empezaron a ser desplazados por aristócratas, con mucha más educación y contactos.
Sin embargo este cambio no fue fácil, don Melchor por ejemplo, que era brillante abogado y gran funcionario, resultó un fracaso como militar y los araucanos lo derrotaron por paliza dos veces seguidas. Así, los militares todavía pudieron conservar algo de poder en Chile gracias a su arrojo, pero fueron pasados de manera inexorable a segundo plano.
Todavía mi abuelo 9º por ejemplo, Juan bautista Ureta Ayala, pudo conseguir un cargo como tesorero de Arica y hacer una considerable fortuna, pero junto con Hurtado de Mendoza y Bravo de Sarabia llegaron muchos de sus encopetados familiares: los Irarrazabal, los Fernández de Córdova (grandes de España y primos del Rey), los Larraínes, los Andía (marqueses de la Pica) y muchos otros encumbrados que formaron una aristocracia mucho más duradera, que de hecho tenemos hasta el día de hoy. En el Nobiliario, escrito en 1906, leo esta interesante afirmación:
"Entre mil quinientos conquistadores que a Chile vinieron de 1540 a 1560, sólo tres, juan de Barros, Juan de Cuevas y don Francisco de Irarrázaval, dejaron familias que han conservado hasta el día de hoy su importancia social en Santiago.
Por otra parte, si recorremos los archivos parroquiales, notarias y juzgados de provincia, podemos reconstruir hasta nuestros días, la descendencia masculina legitima de muchos de los mil quinientos fundadores de nuestra nacionalidad".
Y sobre los nobles que llegaron después y formaron la nueva aristocracia en chile se escribe:
Gracias a la entronización de esta oligarquía en la administración pública, murió el germen del caudillaje que tanto ha perturbado la estabilidad de otros países americanos y puede decirse sin exageración que si no el poder legislativo, modificado por tendencias regionalistas, la aristocracia del Siglo XVIII ha dado casi el ciento por ciento de los Presidentes, y conserva todavía el poder ejecutivo de la República.
Esto que fue escrito el año 1906, sigue siendo válido hoy, el año 2020. Si revisan mi blog de genealogía con la lista de mis tíos abuelos que han sido presidentes de Chile, verán que hay 31 gobernantes que son todos familiares entre sí, desde Mateo de Toro y Zambrano en 1810, hasta Sebastián Piñera Echeñique en 2020. Prácticamente todos con parentesco de sangre. O sea, es cierto eso de que "Chile es como una gran familia".
Esto que fue escrito el año 1906, sigue siendo válido hoy, el año 2020. Si revisan mi blog de genealogía con la lista de mis tíos abuelos que han sido presidentes de Chile, verán que hay 31 gobernantes que son todos familiares entre sí, desde Mateo de Toro y Zambrano en 1810, hasta Sebastián Piñera Echeñique en 2020. Prácticamente todos con parentesco de sangre. O sea, es cierto eso de que "Chile es como una gran familia".














