Estaba pensando que el mundo nunca había visto una explosión de "estímulos fiscales" como la que estamos viendo ahora, no es Chile, ni Latinoamérica sino todo el mundo: Estados Unidos por supuesto, el primero en la lista y detrás de él la mayoría de los países del mundo están haciendo salir humo a las máquinas impresoras de billetes.
Claro que con la computación ahora es mucho más fácil, antes los gobiernos imprimían toneladas de billetes, como en la República de Weimar o Zimbawe, con su famoso billete de cien trillones de dólares, hoy basta con agregar desde el teclado cuantos ceros a la derecha sean necesarios, ponen "Enter" y listo, se ahorra muchísimo papel y trabajo, además casi no duele.
No se si en la historia del mundo ha existido una emisión de plata dulce en las proporciones actuales, lo dudo. Como ahora casi no se imprime papel moneda sino que gran parte de la creación y transferencias son electrónicas pasa algo similar a cuando recién aparecieron las tarjetas de crédito: pagar y gastar ya no duele como antes, especialmente a los gobiernos.
Argentina nos lleva la delantera en esto. Desde 1994, a fines del segundo gobierno de Menem hasta hoy Argentina lleva 27 años dando tumbos, siendo uno de los países -o el país- con mejor riqueza potencial, cultural y de capital humano de todo Latinoamérica. Eso es lo que hace la demagogia en un país y el problema es que hoy todo el mundo se está argentinizando. Ahora todos vamos caminando hacia donde mismo.
Estamos bajo los efectos de una morfina financiera, y el efecto de las drogas puede ser muy intenso pero se agota y después llega la terrible resaca. Esta emisión descontrolada de gasto público, justificada bajo toda clase de pretextos -el Covid19 por ejemplo- va a explotar, porque está causando un desbalance gigantesco entre la masa del dinero que circula y las cosas que se pueden comprar con ese dinero.
¿Por qué no se ha producido el shock de ajuste, que debería ser inevitable? Yo creo que la respuesta está en la burbuja china.
Tiempo atrás escribí recordando el año 1971, cuando Allende multiplicó todos los sueldos y congeló los precios. En menos de un año se desató la catástrofe ¿Recuerdan cuando contaba que los chilenos salieron en masa a comprar citronetas, pero no habían aunque todos tenían billetes? Al poco tiempo habían desaparecido los cigarrillos, la mantequilla, el azúcar, arroz, pan y cada uno de los "artículos de primera necesidad" como se llamaban entonces. Para que hablar de los "suntuarios".
¿Y por qué no ha pasado esto ahora, pese a que el gobierno está tirando plata desde helicópteros igual como lo hizo Allende? Estaba tratando de explicarme por qué la inflación ha demorado tanto en explotar, y se me ocurren al menos dos posibles explicaciones, ambas muy relacionadas.
La primera es que a diferencia de los tiempos de Allende, hoy vivimos en un sistema con mucha libertad de precios, eso ha suavizado el efecto. Cuando Allende fijó los precios no se dio cuenta que estaba apagando el incendio con kerosene, entonces los que tenían mercadería reaccionaron rápidamente escondiéndola y pasando al mercado negro, con lo que el dique se desplomó en muy poco tiempo.
La libertad de precios tal vez permite micro ajustes, igual como al misionero que los caníbales tenían en una olla y le subían un grado cada vez, no se dio cuenta que lo estaban cocinando hasta que el agua empezó a hervir.
La otra explicación que se me ocurre es que -a diferencia de los años setenta- hoy tenemos una economía abierta a las importaciones y todavía existe la gigantesca burbuja china, que tiene inundado el mercado con artículos que se producen sin contabilidad de costos. Por eso no vamos a correr el peligro de la escasez y el mercado negro, al menos por el momento, aunque sin duda que lo que está pasando va a presionar a la economía china como nunca antes.
Todo el panorama macroeconómico anuncia un apocalipsis zombi a nivel global, que puede dejar a la Gran Depresión como un simple resfrío comparada con lo que se viene. Sin embargo esta situación tan catastrófica a nivel de gobiernos está presentando enormes oportunidades a nivel de individuos. Nunca antes -que yo recuerde- habían existido tantas oportunidades de capitalizar como ahora, especialmente a los que no tienen nada. Si saben aprovechar los torrentes de dinero que el gobierno está arrojando es una época para tener enormes ganancias-
Claro que yo no recomendaría a nadie que ahorre la plata que recibe graciosamente, por el contrario, creo que hay que invertirla lo más rápido posible en cosas, ojala en bienes de capital. Mi querida suegra por ejemplo, que recibía una modestísima jubilación, la que no encontraba en qué gastar, empezó a recibir toda clase de ayudas del gobierno. Y de pronto se encontró que tenía un par de millones de pesos sin saber como. Bueno, la cosa es que le pasó la plata a la Pilar para que se comprara un estupendo Toyota Vitz, como el mío pero del año 2014, soplado desde Tokio. O sea 14 años más moderno que el mío.
Yo mismo, que llevo cesante innumerables años, me estoy inscribiendo en cuanto plan de ayuda tiene el gobierno benefactor, porque cumplo de sobra con todos los requisitos para calificar en el 40% de los más pobres de Chile. Y cada vez que recibo un bono o lo que sea lo gasto enseguida en alguna construcción para la casa. Estoy lleno de planes y pienso aprovechar al máximo los tiempos que vienen
Mi estrategia
Porque como escribí hace algún tiempo, yo creo que toda esta locura va atener grandes consecuencias, que vamos a sufrir todos. Igual como nos preparamos para los terremotos yo me estoy preparando para que lo que viene no me pille mal parado. Mi estrategia es seguir el consejo de Máximo y aprovechar cada uno de los beneficios y subsidios estatales que legalmente me correspondan.
No pienso hacer ninguna cuchufleta, ni contar una sola mentira o exageración porque en mi situación actual yo califico estar legalmente entre los más vulnerables. Mi puntaje está a la altura de cualquier haitiano desempleado sin necesidad de contar ningún cuento, cumpliendo estrictamente con lo que dice la ley. Así es que vengan esas lucas, al más puro estilo argentino.
Pero no voy a desaprovechar ni un solo centavo. Todo lo voy a invertir especialmente en hacer mejoras a la casa y guardar una reserva en dólares por si las moscas, para cuando llegue el tsunami. Por eso estoy en la fiebre de las construcciones, mañana mi amigo el Coco me termina el piso laminado, que está quedando estupendo, con eso tendremos una oficina decente con el Tomás Jr. para recibir gente y en la noche la convierto en mi cripta para hacer mis cosas cuando nadie me moleste.
Lo siguiente será reemplazar la "escalera de la muerte", donde mi querida suegra se ha quebrado casi todos los huesos, solo le falta quebrarse la cadera así es que antes de eso quiero arreglar la maldita escala. Es un trabajo mayor porque necesitaré derribar parte de un grueso muro de concreto que hice cuando me compré la casa y volver a picar la roca con sal del suelo, tal como lo hice hace unos 20 años atrás, será difícil pero hay que hacerlo.
Lo siguiente será hacer la nueva cocina y en los departamentos de atrás un baño con lavadero, también será un trabajo más o menos grande pero creo que es mucho más sencillo de hacer que la escala. Finalmente quiero arreglar el techo que pusimos con el chico Alfredo y empezar a construir -poco a poco- el cuarto nivel de la casa, en una planta libre de 50 metros cuadrados con cocina y baño. Eso será la mejor parte de la casa creo yo.
En fin, esa es mi visión, así es que ahora con fe en el porvenir nomás y aprovechar lo mejor posible la estúpida generosidad del maldito gobierno, total, ya pasé agosto así es que este año todavía no me muero... con suerte.
















