El problema
Durante varias décadas no tuvimos ese problema en Chile. Si uno tenía ahorros, cuando el peso era fuerte por nuestra economía estable y segura, bastaba con ponerlos en un depósito a plazo y si éramos más propensos al riesgo podíamos decidir con cierta tranquilidad entre otras formas de inversión. Tener plata ahorrada era una gran ventaja.
Eso ya no es así, se terminaron las vacas gordas, volvemos al ciclo de demagogia, empobrecimiento e inseguridad y tener ahorros ahora es más bien motivo de preocupación en lugar de un colchón de seguridad para dormir tranquilo, como fue durante las vacas gordas.
El problema de tener ahorros en vacas flacas es que el valor de los dineros o activos que tengamos guardados puede bajar o incluso desaparecer, como ha ocurrido muchas veces en la historia, en que la gente previsora ha salido castigada. El asunto entonces es como evitar que lo que tenemos ahorrado pierda su valor.
Dólares o euros
Una de las formas más obvias y sencillas es cambiar nuestra moneda a otra que nos de más confianza, típicamente dólares o euros. Si la economía americana o europea van bien y la nuestra se deteriora, el solo hecho de cambiarnos de moneda puede significar una inversión muy buena. Y da lo mismo lo que pase con dólares o euros a nivel global, lo importante es la relación con el peso chileno solamente. Por eso los gobiernos en crisis lo primero que hacen es restringir la posibilidad de comprar otras monedas.
Ahora, si el dolar y el euro se aprecian a nivel global habría una doble ganancia, porque no solo aumenta el poder comprador respecto de cosas que se venden en pesos sino también en productos que se venden en otras monedas. Nadie conoce el futuro, pero yo creo que hay una buena posibilidad que la economía americana -que primero tiene que pasar por una recesión de ajuste sí o sí por un año al menos- termine saliendo muy favorecida con el asunto de Ucrania. Estados Unidos, Europa y tal vez China deberían ser los mayores beneficiados del fiasco de Putin, pero nada está escrito en piedra, es solo una posibilidad.
Comprar dólares hoy no cuesta nada, basta con ir a una casa de cambio o comprarlos en la calle. Pero si nuestra economía se sigue deteriorando el gobierno seguramente empezará a poner problemas y ya no va a ser tan fácil ni mucho menos barato. Las fluctuaciones diarias no significan nada, es algo que hay que ver en el largo plazo, para unos 5 años más adelante al menos.
Bienes raíces
Mi otra inversión favorita son los bienes raíces, pero en tiempo de violencia, estado débil y convulsión social pasan a ser inversiones riesgosas, especialmente si no es el lugar donde uno está viviendo. El principal problema de tener más de una casa es quien va a ocupar la otra u otras propiedades. Si las dejamos vacías nos exponemos a que la invadan los ocupas, si la arrendamos quedamos expuestos a que no paguen la renta y no podamos sacar a los arrendatarios, etc. Cuando el país está tranquio, normal y las leyes fincionan como se supone que deben hacerlo no hay probema, pero en tiempos de agitación social y demagogia es otro cuento.
Una buena alternativa -la mejor inversión que existe a mi modo de ver- es comprarse una casa para vivir si es que no se tiene, y la segunda mejor inversión que existe (en disputa con el dólar) es ampliar y mejorar la casa si la tenemos. A una casa ampliada le podemos agregar piezas o un departamento que eventualmente podemos arrendar, la ventaja de arrendar en nuestra propia casa es que si no nos pagan la renta es mucho más fácil sacarlos: basta con no dejarlos entrar y listo.
Oro
Una alternativa mucho más conservadora es comprar metales preciosos, estos tienen un valor teórico más predecible porque se sabe que en tiempos de inseguridad suben de precio y viceversa, pero tienen varios problemas. Yo estuve muy interesado en conocer las posibilidades del oro como inversión, incluso estuve en el epicentro de la minería ilegal en Huaypetue (Perú) y aprendí harto sobre el asunto. Mi conclusión es que se trata de un negocio solo para especialistas, tiene muchos riesgos y es casi inevitable tener que hacer una que otra cosa ilegal o que nos puede llevar a un mal rato.
El principal problema del oro es -creo yo- la codicia que genera. Basta con que se sepa que estás transportando o que tienes una cantidad de oro guardada para que aparezca el peligro que te asalten y te roben. Además como en Chile prácticamente no se consigue oro artesanal del país, el oro que uno compre tiene que entrar por una frontera y este es siempre un procedimiento riesgoso y hasta cierto punto ilegal.
La ventaja del oro es que es muy compacto y fácil de esconder, se puede llevar en el bolsillo unos diez mil dólares o más en oro (250 gramos valen como 15 mil dólares, al ojo), claro que si alguien sabe que llevas eso en un muy pequeño lingote la tentación de asaltarte es enorme. Otra ventaja es que resulta imposible de falsificar, como su densidad por volumen es muy alta basta pesarlo y medir su volumen para tener una buena aproximación de su pureza, hay muy pocos metales con densidad parecida y la mayoría son más caros que el oro.
El tercer problema es que su precio es muy volátil porque -al ser el metal de refugio más popular- cada vez que hay pánico el precio se va a las nubes y cuando el miedo pasa el precio se derrumba. Me contaban en Huaypetue que hubo una época en que el precio estaba tan malo que pese a la abundncia de oro nativo, a nadie le convenía explotarlo. Como decía antes es una inversión complicada, para conocedores que tengan experiencia y contactos.
Plata
Como inversión de refugio, la plata me parece mucho más atractiva que el oro, con el valor añadido que lleva mucho tiempo con un precio estable y bajo. La plata es bastante inmune a los pánicos así como a los tiempos de vacas gordas. Tiene la característica de no solo ser metal precioso para joyas, sino que además tiene usos industriales, lo que ayuda a estabilizar su precio. Creo que es el metal de refugio por excelencia porque su valor no sube y baja en saltos enormes. A diferencia del oro que tiene un atractivo principalmente psicológico, la plata también tiene usos industriales.
Otra ventaja es que es menos ostentosa, un lingote de plata no llama la atención a nadie y desata mucho menos la codicia de la gente. Además como su precio se mantiene bastante estable se puede conseguir plata de los productores con bastante descuento, si nos pillan con plata no ponen tanto problema averiguando el origen y por lo general el asunto se arregla pagando el IVA y algún otro impuesto si corresponde. Claro que la plata es una inversión para muy largo plazo, para dejar a los hijos o nietos, porque su precio sube muy lentamente.
Una desventaja es que su volumen es bastante mayor que el del oro. Por ejemplo este es un kilo de plata, que vale unos 725 dólares (aproximación gruesa)
Y este es un lingote de un kilo de oro, que vale unos 61.631 dólares. Como pueden ver, en un volumen más pequeño se tiene casi 100 veces más de valor
Creo que queda claro que es mucho más difícil esconder la plata que el oro, en cambio la plata llama mucho menos la atención y también resulta más difícil de robar por su volumen.
Otro problema con la plata es que hay que saber ensayar su pureza, que no es tan aparente como el oro y eso lo debe hacer alguien que sepa -un joyero por ejemplo- las purezas estandarizadas para la plata son:
Plata gramo 999 (fino de 24 quilates, plata pura),
Plata gramo 958 (Grupo plata),
Plata gramo 925 (plata),
Plata gramo 875 (Carat 21, estándar de Arabia Saudita),
Plata gramo 800 (Carat 19,2, estándar Portugal),
Plata gramo 585 (14K, estándar de Estados Unidos)
Me cuenta un amigo que está en esto y conoce muy bien el asunto, que se puede comprar la plata acuñada (o sea en bonitos lingotes) o fundidda (en barra) y se purifica por método químico o electrolítico. Me cuenta también que en el mercado informal "Joyas o plateria con pureza promedio de 90/100 % se paga al 50%.. Para eso tienes que saber probar con nitrato de plata"
En fin, con sus pro y sus contra, me parece que la plata es -de las inversiones en metal precioso- la más interesante.
Monedas y joyas
Otra forma de invertir es comprar en lugar de lingotes o barras, en monedas o joyas. Esto tiene el enorme inconveniente que su precio es fundamentalmente subjetivo y está sujeto a las condiciones de mercado en el momento de vender. Es como tener un objeto de colección, donde uno nunca sabe realmente cuanto vale hasta que llega el momento de venderlo. El valor numismático de una moneda o el precio de una joya dependen casi enteramente de cada transacción específica. Nuevamente es una inversión solo para conocedores que estén bien metidos en el negocio.
Nada con lo bancos
Habrán notado que ni he mencionado los depósitos a plazo, las acciones, fondos mutuos o cualquier otro papel que involucre a un banco o institución financiera. Bueno, lo que yo creo al menos es que en tiempos de crisis hay que arrancarse de los bncos como del diablo. No existe manera más sencilla y repentina de perderlo todo que tener plata en el banco en tiempos difíciles. Si lo que buscamos es un refugio, yo pienso que lo lógico es comprar activos físicos que se pueden valorizar (como una propiedad), moneda globalmente aceptada en efectivo (dólares o euros por ejemplo), o metales preciosos en lingotes o barras.
Claro que el problema de esto es la necesidad de mantenerlos bien escondidos -en un lugar que sea casi imposible de encontrar- y guardar bien el secreto. Esto no es gran problema cuando tenemos un volumen pequeño, las posibilidades de esconder son infinitas y la mayoría de los robos exitosos son por descuido al guardar los valores. También se pueden dejar cebos y cosas por el estilo para engañar a los malandras.
Una razón final para mantener los valores escondidos y no en custodia de nadie es que en tiempos de crisis, estamos sujetos a alzas desmesuradas de impuestos e incluso a expropiación. El gobierno puede declarar ilegal poseer metales preciosos por ejemplo, como hizo Roosvelt en Estados Unidos, o subir los impuestos de manera brutal como hacen normalmente los gobiernos cuando empiezan a hacer H2O. Si queremos proteger lo nuestro de los ladrones, tenemos que pensar también en nuestros Amado Líderes, no se les vaya a abrir el apetito también.