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Amigo Tomás:
Te envío esta vista de RAB, la isla en la que he estado
de vacaciones recientemente con mi esposa. Como ya se
puede apreciar en la foto, es un lugar muy bello, al que
se accede si uno llega en auto desde Italia como nosotros
lo hicimos, por la carretera que viene de Trieste via
Opatia. Opatia es un balneario, digamos de lujo, (¿quizás
nuestro Viña del Mar?) que se desarrolló en el siglo
pasado para convertirse en un lugar de invierno y una
estación balnearia de la alta sociedad austro-húngara.
Bueno, dejamos Opatia y continuamos por la
excelente auto-ruta que lleva hacia Rieka,(o Rijeka en
croata). En hora y media de camino llegamos a
Jablanac (se dice "yablánatz"). Es el lugar en
donde tomaremos el ferry que nos atravesará hacia la
isla de Rab. Unos treinta kilometros hacia el sur de
Jablanac, a orillas del mar, está Karlobag, un cruce de
caminos y el lugar que habia sido designado por los
dirigentes serbios como frontera última hacia el sur de
la República de Croacia. Así soñaban con cortar
Croacia por la mitad, arrebatarle el resto de Dalmacia
con Dubrovnik incluido, y poseer así la tan soñada
salida al mar. Bueno, pero no contaban con la bravura, el
coraje y el patriotismo croata!
Cruzamos al fín hacia la isla de Rab, bajo una fuerte
tormenta con el famoso viento Bura. Este viento, temido y
respetado, baja desde las montañas del Velebit con una
fuerza increible. Es como el ventarrón que sopla en
Playa Ancha en Valparaiso, pero multiplicado por diez.
Hay dias que deben cerrar el tráfico por la carretera a
los camiones, ya que la fuerza del viento los puede dar
vuelta y lanzar al mar. Pero a estos potentes ferrys nada
les detiene y llegamos sanos y salvo a la punta este de
la isla, a un lugar llamado Misnjak ("mishniak").
La isla se nos presenta a nuestros ojos totalmente pelada,
sin un arbol y ni siquiera un débil pasto. Todo es seco,
rocoso y absolutamente blanco. Parece roca calcárea.
Basta avanzar unos seis kilómetros en auto y aparece la
otra cara de la isla: un verdor intenso, viñas por todos
lados, higueras, duraznos, hortalizas, etc. Todo el lado
norte-este de la isla de Rab, la cara que recibe el
viento Bura, protege al resto y permite que exista una
vegetación rica y que da una generosa producción de
vino y frutas. Casi pegado al costado sur de Rab, está
la pequeña isla de Dolin, y algo más lejos siempre al
sur, la isla de Pag y sus reputados mostos de vino tinto
nacidos en roca calcárea.
La isla de Rab, celebra este año, el aniversario número
110 desde que se dedicó oficialmente a la industria turística.
En el curso de su historia, Rab fué un lugar que resultó
interesante y atrayente para muchas naciones, empezando
por los Ilirios, los Griegos y los Romanos más tarde. De
modo que aún existen numerosos vestigios de estas
civilizaciones por lo que es un verdadero centro
milenario de tesoros culturales e históricos . Esa es la
razón por la que el aflujo turístico no se detiene
cuando termina el verano, ya que incluso en invierno
continúan llegando visitantes. Los habitantes de Rab,
renunciaron oportunamente en el pasado a la
industrialización de su isla, ya que ésta habría
alterado sus bellezas naturales, y decidieron dedicarse
totalmente al turismo. Cuentan con excelentes playas de
fina arena como: Barbat, Banjol, Suha Punta, Kampor, San
Marino, etc. y numerosas otras playas a las que solo se
puede acceder por el mar; y estas son las preferidas de
los aficionados al nudismo, que aman practicar sobre todo
los turistas alemanes, suecos, ingleses, etc. También
como todo el golfo del Quarnero y las casi mil islas
croatas desde Opatia hasta Dubrovnik, es el paraiso para
los buceadores y otros deportes marinos, ya que abundan
las marinas y puertos seguros en donde arriman los
cientos de yates que llegan de toda Europa.
El puerto de Rab, que está ubicado en la ciudad antigua
(la parte histórica), al atardecer bulle de miles y
miles de turistas que se pasean por sus calles,
vitrineando las joyerías, tiendas, heladerías y
restaurants. En sus orillas van atracando los yates,
grandes y pequeños que vienen con sus pasajeros,
ansiosos por bajar a beber la excelente cerveza croata y
las especialidades marinas en sus restauranes.Para los
que desde Chile tengan planes de visitar Rab, les
aconsejo hacer previamente reserva en los hoteles o en
las numerosas ofertas de privados que ofrecen
departamentos o alojamiento con pensión. Las dos últimas
semanas de Julio se realiza en la ciudad de Rab el
festival ya tradicional no solo en esta isla, sino que en
toda Croacia. El más famoso a nivel mundial es el de
Dubrovnik, la ciudad declarada "patrimonio de la
humanidad", como también el tradicional festival de
folclor de la ciudad de Zagreb. Bueno, en una próxima
oportunidad espero poder seguir contándoles algo más de
este bello pais, que si bién aparece como república
independiente desde hace poco, es un pueblo que tiene ya
casi dos mil años de historia.-
Gaspar
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