EMIGRACION CROATA A CHILE - IVO BORIC
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Hasta el año 1889, la explotación de salitre, presente por doquier en las pampas antofagastinas, iquiqueñas y en el desierto de Atacama, no se efectuaba en gran escala. Luego de explorar extensas zonas, algunos inmigrantes croatas se dispusieron al impulsar esa explotación, con métodos rudimentarios. El primero entre ellos, que ya en 1886 había organizado su "oficina" (administración de la planta) en la pampa antofagastina fue Pedro Marinkovic y su empresa llevaba su propio nombre. Poco después se inician en esas mismas actividades, en Iquique, Stijepovic y Kralievic, fundando "oficinas" "Diana" y "Constancia", respectivamente.

Como el salitre despertará cada vez mayor interés en el mercado internacional, en 1890 también los hermanos Luis y Pedro Mitrovic se suman al grupo de empresarios salitreros. En contados años, los Mitrovic llegaron a poseer una cadena de "oficinas", iniciando así su ascenso a la categoría de verdaderos magnates.

La veloz evolución y prosperidad de empresarios, nombrados, indujo a nuevos compatriotas a dedicarse a las mismas actividades; y pronto, un apreciable número de ellos ocupaba posiciones jamás soñadas. Entre éstas cabe mencionar a Ramagio Gazari, los hermanos Buratovic, Luis Moro, Pedro Pavicic, Juan Sargo, Pedro y Pablo Vodnica, Marcos Cicarelli, los hermanos Banic, Lonza y Martinovic. En aquellos años la colonia croata de Antofagasta, en su conjunto, ya había conquistado una posición económica tan sólida, que su prosperidad llegó a reflejarse ampliamente en la ciudad. En efecto, hombres de la colonia fundaron la "Usina Eléctrica", y su director fue Luis Mitrovic. Fundaron también al mismo tiempo la "Compañía de Teléfonos", que funcionó durante un largo tiempo bajo la dirección de Jerónimo Jankovic. Pocos años después la firma "Baburica y Lagarique" construye el puerto de Antofagasta.

No sería justo dejar de mencionar que no todos los hombres de la colonia que participaron en la colosal empresa del salitre lograron convertirse en magnates; algunos solo fueron modestos tentadores de fortuna, mientras que un número de ellos, nunca conocido, dejó sus huesos en las pampas de Antofagasta, Iquique y Atacama. En relación a esto, y que representa una página dramática de la fiebre del salitre, Nicolás Trevizan, nacido en Bobovisce, isla de Brac, narró con detalles cómo "muchos paisanos" murieron sepultados por tempestades de arena, durante exploraciones de terrenos, o cuando llevaban abastecimientos, a lomo de mulas, a alejadas "oficinas". Relató también que, cuando vientos contrarios levantaban la arena acumulada, aparecían esqueletos de "paisanos" y de sus mulas.

Pascual Baburica y Francisco Petrinovic

El hecho de que dentro de una nota, no suficientemente extensa, se dedique un espacio relativamente amplio a dos hombres surgidos de la colonia croata, obedece a dos razones. En primer lugar, porque, al haberse dedicado a diversas actividades empresarias y financieras, y por haber tomado parte activa en el quehacer social, cultural y patriótico de la colectividad, no resultaba difícil obtener datos sobre ellos; y en el segundo, porque, al presentar la obra por ellos realizada será más fácil comprender de lo llevado a cabo por la colectividad en su conjunto.

Pascual Baburica nació en Kolocep, comuna de Dubrovnik, en 1875. Emigró a Chile en 1892, estableciéndose en Iquique, donde se empleó en la firma de su coterráneo Lujak. Joven dotado de talento, y de una iniciativa poco común en esa edad, pronto se destaca en dicha firma. En 1893 ya se independiza, fundando su propia empresa comercial. Poco tiempo después se une a Ramagio Gazari, y entre ambos organizan centros abastecedores de "oficinas" salitreras. Fue en su nueva empresa donde Baburica pone de manifiesto más notoriamente su inteligencia y afán de progreso, con lo que se gana la confianza de connacionales y la buena voluntad de autoridades chilenas.

Antes del fin del siglo, cuando aun no había cumplido los veinticinco años, Baburica inicia la compra de empresas salitreras; en otras ingresa en calidad de accionista. Así surgieron las firmas "Baburica, Lukinovic y Cía.", "Baburica, Cicarelli y Cía." y "Baburica, Bruna y Cía".

Algunos años más tarde, en 1913, con Francisco Petrinovic, funda una nueva firma salitrera, con el nombre de "Baburica, Petrinovic y Cía.". Fue en esa ocasión cuando se unieron por primera vez dos hombres de negocios croatas, complementándose y apoyándose mutuamente durante largos años, hasta el fallecimiento de Baburica. En el mismo año 1913, las empresas salitreras de Baburica, junto con las firmas "Marinkovic y Cía.", "Mitrovic y Cía.", "Juan Sargo y Cía." y otras de menor volumen, llegaron a controlar el 63 por ciento de la explotación salitrera, y negocios anexos de salitre.

Antes de estallar la Primera Guerra Mundial las actividades de este magnate habían traspasado las fronteras de Chile. En numerosas ciudades y puertos de América y Europa, en Liverpool y Londres en primer lugar, funcionaban otras empresas o agencias de Baburica.

Studia Croatica, año 1978, vol. 70-71, pág. 141.