EMIGRACION CROATA A CHILE - IVO BORIC
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Hubo también otros croatas quienes, con su trabajo y sacrificio fueron la fuerza motriz del milagro del norte chileno, y que prestaron innegables servicios a su tierra natal. Entre los muchos que fueron, cabe mencionar a los Buratovic, Palaversic, Ivanovic, Gazari, Lukinovic, Marinkovic, Lujak, Mitrovic, Sargo (el benefactor de Milna). Cada uno de ellos se hizo merecedor de largos capítulos en esta nota, pero faltaron datos para ello. Es que en 1956 había quedado atrás la hora 24 en la vida de la vieja colonia.. No obstante, como una sincera expresión de gratitud hacia ellos, y hacia aquellos quienes ni sus nombres dejaron, lo menos que puede hacerse es reconocer que, de alguna manera, posibilitaron el surgimiento de aquellos dos gigantes de la Croacia emigrada: Pascual Baburica y Francisco Petrinovic.

Reflexiones sobre algunos hechos políticos, ocurridos en 1916, en los que Petrinoc debió jugar un papel protagónico.

Sin que ello represente una desviación en el tema que hasta aquí se sigue antes de proseguir es necesario hacer algunas reflexiones sobre ciertos hechos ocurridos en la colonia croata de Chile a mediados de la Primera Guerra Mundial. Como se sabe los hombres de la colonia procedían todos de Dalmacia, litoral de Croacia y, en número no elevado, de Istria. Por lo tanto, todos eran croatas, y sería monstruoso, ponerlo en duda. Pero dichas provincias croatas -verdaderos almácigos de emigrantes- por espacio de varios siglos, permanecieron sometidas y formaban parte de Austro-Hungría. En consecuencia, la colonia croata en Chile oficialmente era considera austrohúngara. Al estallar la guerra de 1914, presentósele a la colonias a sus hombres de empresa en primer lugar, una situación imprevisible. Por considerarlas propiedad de ciudadanos de un país enemigo, sus empresas de salitre, y otras del resto de Chile, era registrada por los Aliados en su "Lista Negra".

Frente a la nueva situación, aquellos empresarios, con Baburica y Petrinovic a la cabeza, apelaron a todos los recursos posibles para que se los excluyera de aquella Lista, pues les amenazaba una ruina total. Es que su mejor mercado eran precisamente los países constituídos en Aliados, y estos se les cerraban sin contenplación alguna.

A todo esto, ya en los comienzos de la guerra algunos emigrados y refugiados políticos croatas, eslovenos y serbio, residentes en París y Londres, con miembros del gobierno serbio en exilio, planificaban la organización de un movimiento pro unificación de eslovenos, croatas, montenegrinos, macedonios y serbios en un solo Estado. Como expresión inmediata de ese plan surge en la capital británica el llamado "Comité Yugoslavo", en cuyo programa de acción figura la realización de una intensa propaganda entre emigrados de nacionalidades arriba mencionadas a favor de la unificación de sus respectivas patrias. Figuraba también el reclutamiento de voluntarios que entrarían en acción en momento oportuno para ayudar a materializar aquel objetivo. En lo básico, en esto consistía la llamada "Idea Conductora" (Misao Vodilja) del "Comité Yugoslavo", en el que ingresaron, por iniciativa propia, los doctores Trumbic y Supilo, y el escultor Ivan Mestrovic, croatas.

Conocedor de la existencia y de las aspiraciones del flamante organismo, en un todo coincidente con la línea política aliada de aquel momento; conocedor también de la angustiosa situación por la que atravesaban los empresarios de origen croata en Chile, debido a su inclusión en la "Lista Negra", un alto personaje de un país aliado, amigo de Petrinovic, sugirióle a éste su adhesión, y la de sus compatriotas empresarios al "Comité Yugoslavo", como paso previo a la exclusión de sus empresas de la "Lista Negra". La opción de aquellos empresarios, en especial los salitreros, consistía en adherirse al organismo surgido en Londres, o correr el riesgo de su quiebra. No quedaba margen para una tercera posición. Y Petrinovic, y demás empresarios, adhirieron. La concretización inmediata de dicha adhesión fue la fundación del "Comité de Defensa Nacional" (Narodna Obrana), con sede en Antofagasta.

En 1916 realizóse en Antofagasta un congreso de "Obrana", convocado para hacer conocer a los delegados asistentes los alcances de la "Idea conductora", y determinar, a su vez, cuál habría de ser el camino que seguiría la colonia a partir de entonces. Según lo manifestara Jorge Petrinevic en 1956, la mayoría de congresistas aceptó los términos de "idea conductora"; no así, sin embargo, ciertos delegados encabezados por Milivoj Paravic, quienes estuvieron de acuerdo con los objetivos de la política de guerra aliada, especialmente con el punto que se refería a la liberación de pueblos oprimidos por Austro-Hungríá, pero dejando puntualizado que ni Antofagasta, ni París, ni Londres eran lugares apropiados para tratar sobre el futuro de Croacia. Esta posición fue pasada por alto. A partir de entonces la colonia no solo quedaba adherida al "Comité Yugoslavo", sino que ayudó a sostenerlo con fuertes sumas de dinero. Después del congreso de Antofagasta las viejas instituciones croatas fueron desapareciendo. Hasta aquí el papel que le tocó desempeñar a Francisco Petrinovic en un momento crucial para la vida de la colonia croata en Chile.

Studia Croatica, año 1978, vol. 70-71, pág. 141.